Consideradas como especies dotadas de cualidades estéticas e inofensivas en la mayoría de los casos, las aves pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza para los agricultores cuando se hacen plaga. Empero ya existen algunas opciones para combatirlas sin dañarlas, como las semillas antipájaros leer más
Las urracas o zanates del género Quiscalus, por su número y dispersión, se identifican como dañinas al atacar cultivos de hortalizas y frutas, así como granos, maíz, arroz, trigo y sorgo, sobre todo en época de siembra y cosecha.
En segundo lugar se ubican los tordos, cuervitos o pájaros vaqueros del género Molothrus, que forman parvadas de cientos de miles que se hacen presentes al inicio de la siembra de las gramíneas y, al igual que las urracas, en la medida que crece el cultivo aumentan sus poblaciones.
Según un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), también los chaparreros del género Agelais son poblaciones menores que se encuentran asociados con los tordos en su arribo y ataque a cultivos.
Los gorrioncillos, conocidos también como carrancistas, chillones o refugiados del género Passer, son plagas que afectan cultivos como arroz, trigo y sorgo, tanto en periodo de siembra como de cosecha.
Los cuervos, calotes de género Corvus, atacan cultivos de tomate en Sinaloa y de maíz en el centrosur del país.
En el estudio Las aves como plaga, control y manejo, investigadores de la UANL indican que “los graves problemas provocados por las aves han llevado al diseño de distintas técnicas de control y manejo de las poblaciones diagnosticadas como plaga”.
Y cita las recomendaciones de la National Academy of Sciences para antes de aplicar un sistema de control, entre ellas:
• Conocer daños causados por la especie. Analizar el estado de la plaga con el objetivo de lograr la mejor solución ecológica por medio del programa de acción. Se deben evaluar las pérdidas económicas por unidad de superficie.
• Es importante la localización geográfica de la especie para establecer procedimientos de control.
• Conocer la temporada de mayor presencia de aves para aplicar el mejor sistema de control o prevención.
• Conocer el ciclo reproductivo de las especies plaga considerando el papel que desempeñan en el ecosistema y su relación con otras especies, tanto silvestres como cultivadas.
• Determinar enemigos naturales de las especies plaga.
• Disminuir o erradicar el empleo de plaguicidas, analizando cuidadosamente sus efectos en el medio ambiente y las especies para establecer un manejo adecuado.
• Desarrollar técnicas propias de combate, como el uso de feromonas o sustancias equivalentes, así como otras técnicas muy selectivas de control de poblaciones de las aves plaga.
• Elaborar guías de campo de las especies plaga con el objetivo de que sean reconocidas por agricultores o por técnicos y puedan actuar adecuadamente en cada caso.
Sorgo antipájaros
Las empresas productoras de semilla han encontrado fórmulas para contrarrestar los ataques de aves a las cosechas de los agricultores.
Por ejemplo, para el Bajío existen materiales antipájaros que se pueden sembrar durante todo mayo, cuando inicia el temporal.
Son de ciclo intermedio y la ventaja es que en su estado lechoso, cuando son más atractivas para los pájaros, éstos no las consumen, ya que contienen taninos, una sustancia química que los hacen amargos en esta etapa. Cuando se aproxima el periodo de cosecha, el contenido de taninos baja y no se presentan problemas para su consumo animal o humano.
Esta especie de sorgo es de porte medio, fácil de manejar y cuando se lleva a las básculas no existe problema porque es color rojo.
Sin embargo, el problema que tienen ciertas semillas antipájaros que ofrecen algunas empresas es que su color es oscuro y el contenido de taninos es alto y no lo consumen ni las aves ni el ganado bovino o el porcino.
Arroz protegido
El tordo ojirrojo (Molothrus aeneus), el tordo sargento (Agelaius phoeniceus), el tordo cabecicafé (M. ater) y otras especies relacionadas causan severos daños a las semillas de arroz (Oryza sativa) recién sembradas, así como al arroz en grano cuando comienza su maduración. También dañan otros cultivos de importancia económica en México como sorgo (Sorghum bicolor), maíz (Zea mays), trigo (Triticum sativum), fresa (Fragaria vesca) y girasol (Helianthus annuus).
Los tordos (Icteridae) con amplia distribución en la mayoría de las áreas agrícolas forman enormes parvadas que afectan a los cultivos, por lo que son considerados como las principales plaga. Éstos consumen semilla de arroz desde su etapa lechosa hasta su maduración y usan los cultivos de arroz como refugio de escape, y ocasionalmente como dormideros y sitios de anidación.
Los productos químicos naturales suelen tener pocos riesgos ambientales, por lo que estudioso mexicanos consideraron importante investigar la repelencia del nim (Azadirachta indica) sobre una de las aves plaga que destruye los cultivos de arroz en el estado de Morelos.
A. phoeniceus se alimenta de granos de arroz, maíz y sorgo en temporada de cosecha.
Algunos estudios indican que el nim es un repelente seguro para aves plaga como gansos, patos, estorninos, gorriones, y palomas.
En algunas zonas prevalecen técnicas de control como los pajareros, el látigo común, botes colgados con piedras en su interior, globos antipájaros y algunos fuegos pirotécnicos. En el norte de México se utiliza el cañón de gas, y en Tamaulipas se practica la caza directa con escopeta para disminuir los daños al sorgo por la paloma de alas blancas (Zenaida asiatica).
Antipájaros natural
Los extractos de éter etílico de hoja de nim 0.1 y 0.2 por ciento y de semilla de nim 0.2 por ciento, mezclados en arroz en grano como alimento reducen (15.42, 17.16 y 19.91 por ciento) el consumo de alimento en el tordo ojirrojo (Molothrus aeneus) en laboratorio.
