Es “altamente probable” que la gripe aviar se detecte en Estados Unidos este año, aseguraron hoy varios miembros del gobierno, quienes insistieron en que ello no significaría el comienzo de una pandemia.
La secretaria de Interior, Gale Norton, el secretario de Agricultura, Mike Johanns, y el secretario de Salud y Servicios Humanos, Michael Levitt, desvelaron un plan que permitirá aumentar la monitorización de aves migratorias que podrían traer el virus de la gripe aviar a las costas estadounidenses.
Según Norton, ese plan daría prioridad a la recogida de pruebas en Alaska y las islas del Pacífico, por donde los científicos consideran más probable que llegue el virus.
“El descubrimiento de gripe aviar en Estados Unidos no es razón para tener pánico”, dijo Johanns, quien añadió que aunque se detectaran “resultados positivos de gripe aviar, podrían ser una versión inofensiva del virus”.
En caso de que las aves de corral en Estados Unidos resultaran infectadas, el Departamento estadounidense de Agricultura “actuaría rápidamente para poner en cuarentena una zona afectada y eliminaría la bandada infectada”.
Los granjeros afectados serán compensados por las pérdidas que puedan sufrir debido a esas medidas, añadió Johanns.
Por otro lado, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés) de EU anunció hoy la prohibición del uso de ciertas medicinas contra la gripe en aves de corral, para reservar esos productos para los humanos en caso de un brote de este mal.
Las autoridades sanitarias estadounidenses han emitido una orden en la que impiden a los veterinarios que receten a pollos, patos y pavos los antivirales Tamiflu, del laboratorio Roche, y Relenza, de GlaxoSmithKilne, así como la amantadina y rimantadina, productos aprobados para tratar la gripe en humanos.
El virus de la gripe aviar H5N1 se ha extendido hasta el momento por Europa, África y partes de Asia y ha causado la muerte de 98 personas desde 2003.
Fuente: EFE
