Agricultura Protegida

Campesinas de Yucatán convierten en éxito proyecto agrícola

Productoras de chile habanero siembran semillas mejoradas de las variedades “Mayan Kisín”, “Mayan Chan” y “Mayan Baalché”

Cuzamá, Yuc. (México).─ Un grupo de mujeres campesinas de esta localidad transformó lo que parecía un fracaso más, en el tema de la producción agrícola, en un proyecto exitoso y prometedor, considerado como referente de que se puede salir de las adversidades.

Ese grupo de mujeres, unas diez, recibió hace poco más de diez años un apoyo para construir invernaderos para la producción de hortalizas; sin embargo, el proyecto no resultó como se esperaba y poco a poco los invernaderos quedaron abandonados.

Sin embargo, decididas a no ser un número más en la lista de fracasos, buscaron alternativas para rescatar los invernaderos y se enteraron de que el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) desarrollaba semillas para cultivar variedades de chile habanero.

“Fue un día de casa abierta en el CICY y las productoras llegaron y fueron al grano, queremos cultivar habanero y producir salsas para su comercialización”, indicó la investigadora de ese organismo Nancy Santana Buzky.

Las productoras también recurrieron a la ayuda de la fundación “Educar para Producir”, por medio de la cual gestionaron apoyos con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) para rehabilitar los invernaderos.

Ya con los invernaderos o “casas sombra” rehabilitados, las productoras empezaron a sembrar semillas mejoradas de las variedades “Mayan Kisín”, “Mayan Chan” y “Mayan Baalché”, desarrolladas con tecnología del CICY.

Después de un tiempo, esas diez mujeres ya operan 11 puntos de producción y cada uno genera unos 100 kilogramos de chile habanero, con los cuales producen más de mil 200 botes de 128 mililitros de salsa picante que comercializan a un costo de 15 pesos por unidad.

De tal modo, que hoy se trata de un proyecto que genera unos 180 mil pesos por cada ciclo productivo, dinero que permite a esas mujeres apoyar la economía de sus familias.

Geny Kuk Bracamontes, una de las productoras, indicó en entrevista que el proyecto vino a cambiarles la vida a ella y a sus compañeras que se resistieron a formar parte de un fracaso.

“Plantamos hortalizas y la verdad no funcionó, los invernaderos quedaron abandonados y pudimos haberlos dejado así, no sería el primer caso en que sucede algo similar, pero decidimos que aún se podía cambiar la situación para bien”, expuso.

Las mujeres involucraron a sus familiares en los cuidados de las plantas y ciclos de cultivo, aplicaron disciplina y dieron un uso adecuado a los recursos que recibieron y hoy ya operan como un grupo de trabajo llamado “Cozom Há” (agua de golondrinas), mismo nombre que lleva la salsa que comercializan.

Otros actores involucrados en el plan, como los especialistas del CICY Adriana Canto Flick y Eduardo Balam Uc, insistieron en un recorrido por los invernaderos que se trataba de un caso atípico y que bien puede servir de referencia para historias similares.

“Aquí vimos a un grupo de mujeres que no se dejaron vencer por lo que parecía un fracaso, que se animaron a buscar otras opciones y que dieron vida a un proyecto exitoso y por ello el interés de difundir estas acciones para demostrar que cuando hay voluntad y determinación se puede salir adelante”, recalcó Balam Uc.

Fuente: Notimex

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin