Chicago, EU.─ A este lugar lo llaman Los Traspatios, un vecindario en el medio de la ciudad que una vez estuvo lleno de acres y acres de corrales de ganado.
En sus buenos tiempos, esos corrales le dieron a Chicago una reputación como la capital del empaquetado de carne del mundo, pero también como un horror ambiental y de salud que se recreó en las imágenes de la novela La jungla, de Upton Sinclair.
Unos pocos restos de esa industria se mantienen hoy aquí. Pero los corrales hace rato que desaparecieron, sustituidos por un parque industrial y una mentalidad que, desde ahora, Chicago tratará de dejar atrás esas imágenes.
Ahora encontrarás una jungla de un tipo muy diferente.
Está en el tercer piso de una vieja planta empacadora de carne, un invernadero húmedo, en cierto modo, lleno de columnas de lechugas y coles, incluso de exóticas fresas blancas. Cerca, en grandes barriles azules, nadan las tilapias, un pez nativo de las regiones tropicales.
Todo forma parte del incipiente mundo de la “hidroponía” urbana, granjas verticales en viejos almacenes, donde se crían simbióticamente plantas y peces. La idea es que el agua que contiene excrementos de peces se usa para alimentar y fertilizar las plantas, que entonces filtran esa agua antes de que vaya, por medio de una serie de tuberías, de regreso a los peces.
“Nunca me vi realmente en una granja, pero esto fue una oportunidad para intentar algo diferente”, dijo Mario Spatafora, un contador de lentes y 24 años de edad que es vicepresidente de finanzas de su nueva compañía en Back of the Yards, conocida como 312 Aquaponics. La compañía espera que pronto venderá pescado y vegetales verdes a los restaurantes y los mercados agrícolas en el área de Chicago.
Comenzó cuando uno de los amigos de infancia de Spatafora, ahora uno de los cuatro jóvenes asociados en el negocio, estableció un exitoso sistema hidropónico en su apartamento cuando estaba en el colegio y la idea empresarial floreció.
“Sé que incluso en el caso del peor escenario, si no pudiera hacer que esto funcione”, dijo Spatafora, “siempre me queda hacer un trabajo de preparar impuestos o de contador”.
Pero ésta es una oportunidad para ser jóvenes pioneros.
Aquellos en el campo dicen que el interés en hidropónica ha estado creciendo en los tres últimos años, aunque principalmente en una escala menor con personas que tienen invernaderos en el patio trasero o viven en climas más cálidos como Hawai.
Fuente: AP
