Agricultura Protegida

Teeba Agrifood informa sobre maíz y milpa en México

El estudio busca ser un insumo de referencia para la toma de decisiones con respecto a políticas públicas para el sector ambiental y agrícola

Ciudad de México, 13 de diciembre de 2021.— En el marco de la conclusión del proyecto IKI IBA “Integración de la Biodiversidad en la Agricultura Mexicana”, implementado por la Agencia de Cooperación y Desarrollo de Alemana (GIZ), el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), presentaron el estudio The Economics of Ecosystems and Biodiversity (TEEBAgriFood) para el Maíz y la Milpa en México.

El TEEBAgriFood Maíz y Milpa ha sido un esfuerzo participativo que se ha beneficiado de la colaboración del sector académico, la sociedad civil y los tomadores de decisiones de los sectores agrícola y ambiental de México. En este sentido, el TEEBAgriFood Maíz y Milpa pretende identificar las implicaciones de distintas políticas para este sector por medio de su impacto en cuatro tipos de capital: el natural, el producido, el humano y el social.

Salman Hussain, coordinador de TEEB y jefe de la Unidad de Servicios Ecosistémicos del PNUMA, ahondó en los orígenes y alcances del estudio a escala global y en México:

“Desde PNUMA, hablamos de una triple crisis planetaria: en la biodiversidad, el clima y la contaminación. Hace 12 años, se produjo el reporte “Stern Review on Climate Change”, que fue piedra angular para medir económicamente el cambio climático, al plantear cuáles serían las consecuencias de nuestras acciones actuales y cuál sería el costo de actuar o de la inacción. La iniciativa TEEB, lanzada en 2018, tiene una idea muy similar: entender cuál es el valor económico de preservar la naturaleza y la biodiversidad. En México se decidió tomar el caso de la producción de maíz-milpa por los múltiples beneficios poco valorados u ocultos que ofrece, al mantener la biodiversidad a su alrededor, la cohesión social y la integridad cultural de un todo un sistema alimentario.

“El sector agrícola es muy importante para el desarrollo sostenible, pero al mismo tiempo, se ha observado que gran parte de la pérdida de la biodiversidad se debe a la manera en que estamos gestionando la agricultura y nuestros sistemas de alimentación. En ese sentido, durante la COP13 que organizó y lideró el Gobierno de México, y que se llevó a cabo en Cancún en diciembre de 2016, el gobierno de Alemania por conducto de su Ministerio de Medio Ambiente autorizó los recursos de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI, por sus siglas en alemán) para apoyar a México en este importante proyecto.”

Jasmin Hundorf, directora del proyecto La Integración de la Biodiversidad en la Agricultura Mexicana (IKI IBA), comenta al respecto:

“Siempre se dice que TEEB es un estudio, pero es un proceso más complejo, cuya riqueza es el valor agregado de la importancia de la biodiversidad en el sector alimentario. Para GIZ y el proyecto IKI IBA, la colaboración con PNUMA y FAO era un elemento clave. Desde el principio la lógica del proyecto era hacer visible la importancia de la naturaleza para la transformación hacia una mayor sustentabilidad e inclusión en los sistemas agroalimentarios, y creemos que el enfoque de los cuatro capitales de TEEBAgriFood puede ser importante para hablar de las visiones humana, social, ecológica y la importancia de la biodiversidad para nuestra alimentación.

“Para desarrollar tal proyecto, PNUMA y FAO colaboraron estrechamente en la conducción de este análisis que concluyó en estas semanas, guiados por un comité directivo conformado por representantes del sector público del medio ambiente y la agricultura, de la sociedad civil y la academia, que delinearon métodos para entender el estado actual de este cultivo de gran importancia alimentaria y cultural en México y para el diseño de recomendaciones de políticas públicas que ayuden a la conservación del maíz y la biodiversidad a su alrededor, que promuevan la sostenibilidad para las comunidades indígenas y rurales, así como generar mayor conciencia entre el sector agrícola, medianos y grandes productores, sobre el valor de la naturaleza y la implementación de prácticas más sustentables para evitar la pérdida de la biodiversidad.”

«México es centro del origen del maíz, grano de suma relevancia sociocultural y alimenticia, una de las cadenas productivas de alta importancia. En este estudio TEEBAgrifood Maíz Milpa presentado conjuntamente, brindamos información para la toma de decisiones basada en evidencia científica. La FAO México desarrolló una línea base que es una fotografía de la información disponible para distintos sistemas maíz-milpa y provee información para visibilizar las externalidades positivas y negativas de los sistemas de maíz intensivos y tradicionales”, comentó Lina Pohl, representante de la FAO México.

Es importante señalar la colaboración de universidades de gran prestigio que participaron en el desarrollo de este estudio como la Universidad Iberoamericana, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad Lincoln de Reino Unido y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI).

Asimismo, es de destacarse que los especialistas de FAO realizaron un análisis muy importante sobre la línea base, que refleja la situación actual de la producción de maíz en México (Business as Usual -BAU-), evidenciando cuáles son las circunstancias, barreras y oportunidades que está viviendo el sector. El consorcio de universidades realizó un análisis con proyecciones de la situación actual (BAU) del comportamiento del sector de maíz en México a mediano y largo plazo en el contexto de los impactos esperados del cambio climático en la producción de alimentos, especialmente maíz. De igual forma, se realizaron escenarios de política pública como el de la autosuficiencia alimentaria y de la conservación de maíces criollos.

Con estos importantes insumos y proyecciones, tanto FAO como PNUMA y GIZ, se dieron a la tarea de dar una propuesta de recomendaciones de política pública para ambos sectores, agrícola y medio ambiente, a través de la colaboración con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

La representante del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en México, Dolores Barrientos Alemán, enfatizó que:

“A diferencia de muchos estudios realizados en México sobre maíz y milpa, TEEBAgriFood es único porque analiza el maíz desde el punto de vista de un sistema de producción heterogéneo, con sus impactos en la naturaleza, y por otra parte también analiza la relevancia social, cultural y organizativa del maíz a lo largo del país y por supuesto, la relevancia humana.”

El proyecto “Integración de la Biodiversidad en la Agricultura Mexicana”, que da marco al estudio TEEBAgriFood para Maíz y Milpa en México, fue implementado en el país por la cooperación alemana -GIZ- y financiado a través de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania.

(Fotografías: FAO)

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