Agroindustria

Alcatraz de tonos verdes

Quizá los alcatraces más famosos son aquellos que observamos en los cuadros del pintor mexicano Diego Rivera, en canastas frondosas y teñidos de ese blanco característico. Si la mano del artista pudiera trazarlos nuevamente, hoy podría hacerlo con el alcatraz de tonos verdosos.

En la búsqueda por diversificar la agricultura de la región central del estado de Veracruz y lograr el desarrollo económico, los agricultores encontraron un cultivo redituable por su alta demanda en los mercados nacional e internacional: el alcatraz. Los países más demandantes de esta flor son Canadá, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.

Esta flor se desarrolla por lo general en lugares templados, sin embargo, investigadores veracruzanos de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), han demostrado que tiene la posibilidad de crecer favorablemente en climas tropicales ubicados a 900 y 1,300 metros de altura sobre el nivel del mar, como es el caso de zonas cafetaleras.

La variedad conocida como alcatraz de tonos verdosos (Zantedeschia aetiopica (L) K. Spreng), originario de Suráfrica, es atractivo por su mezcla de tonos blancos y verdes, característica que permite elevar su competitividad frente a otras variedades.

En México se comenzó a cultivar de manera comercial hace apenas un año, por lo que aún no compite con el consumo del tradicional alcatraz blanco, el cual ya tiene un lugar dentro del mercado nacional.

La variedad también conocida como Green Goddess o Green Sensation, sin embargo, representa una amplia oportunidad para los floricultores, pues “el futuro de esta flor como negocio frente a otras variedades es amplio, principalmente por su atractivo color blanco con verde y por su larga vida en el florero, que es de más de seis semanas después de ser cortada”, comenta Juan Guillermo Cruz Castillo, investigador del Centro Regional Universitario Oriente de la UACh, en Huatusco Veracruz.

En el estado de Veracruz, donde actualmente se produce tiene un costo entre siete u ocho pesos cada alcatraz verde, mientras que la docena de alcatraces blancos cuesta 10 pesos en parcela.

Cómo producirlos

Green goddess puede crecer en maceta, jardines o camellones para flor de corte, lo cual dependerá del mercado al que se destine. La forma más apta para su producción es a cielo abierto en las regiones de las grandes montañas de Veracruz, la Sierra Negra de Puebla y las áreas aledañas a Teziutlán, Puebla.
Guillermo Cruz, experto en la producción de esta flor, recomienda utilizar como sustrato una mezcla de suelo, estiércol de borrego (pulpa de café o bagazo de caña) tezontle y composta elaborada de los desperdicios orgánicos (cáscaras de fruta y pedazos de verduras no consumidas). El sustrato debe estar bien preparado y tener un buen drenaje para evitar la presencia de enfermedades y plagas.
El material vegetativo debe estar sano y con un tamaño mínimo de 10 cm para poder establecerlo.
Las plantas se distribuyen una en cada maceta, pues a los tres o cuatro años puede crecer hasta un metro con 60 cm de altura. En jardines deben plantarse a una distancia de 70 cm y en camellones debe ser de 40 a 50 cm.
El investigador indica que el costo de producción dependerá del tamaño de la extensión de tierra que tenga el agricultor. Cada planta puede costar de entre cinco y hasta 25 pesos, dependiendo de su tamaño.
El tamaño de la planta determina el tiempo en que ésta entra en producción. Una planta pequeña puede tardar un año y medio, mientras que una más grande lo hace en tres meses. La producción anual promedio es de cuatro a cinco flores por planta, si tiene agua, sombra y los nutrientes necesarios.
El floricultor comenta que en la zona de Huatusco, Veracruz, se riega muy poco las plantas porque es suficiente con el agua de lluvia.
La planta crece de manera rápida con temperaturas promedio anual de 18 grados centígrados. En regiones frías, donde crecen frutales como la manzana o la pera presenta buen desarrollo si se cultiva bajo malla sombra del 40 por ciento y protegida de las heladas y el granizo.

Los males que atacan alcatraz

En cuestión de plagas, los trips, araña roja y caracoles, entre muchas otras, merman su aspecto pues al ser dañadas sus hojas se provoca una disminución del escapo floral (tallo) y la espata (flor). Su control consiste en desprender las hojas atacadas y destruirlas de manera inmediata.
La pudrición del camote, provocado por la bacteria Erwina carotovora, es la enfermedad que ataca principalmente al alcatraz, por lo que se está buscando asociar esta flor con otros cultivos para determinar si éstos pueden disminuir la presencia de la enfermedad.
Cuando llega el momento de cosechar los alcatraces –después de cinco u 11 meses de haber realizado la plantación– deben cortarse lo más cercano a la base del tallo con un cuchillo filoso y limpio. Posteriormente colocarse en agua, para evitar que se marchiten los tallos.
Se recomienda que la cosecha se realice muy temprano o al atardecer, para evitar que las altas temperaturas reduzcan su vida en anaquel. Aunque los alcatraces de tonos verdosos tienen un periodo de vida largo, es importante que se lleven inmediatamente a la venta.
El especialista aconseja “buscar nichos de mercados, como las florerías de las grandes ciudades, para comercializar el producto sin intermediarios” y con ello obtener mayores beneficios.

Algo más del alcatraz

• Su propagación se realiza principalmente por hijuelos, los cuales deben ser desprendidos cuidadosamente de la planta madre.
• Se debe evitar usar material vegetativo que se encuentre enfermo.
• Las principales plagas que lo atacan son: trips, araña roja, caracoles y babosas, palomillas y picudos.
• Para asegurar una vida más larga, las flores deben permanecer en cuartos fríos después de su cosecha.
• Requieren de suelo bien drenado, rico en materia orgánica y con un pH de 5.5-6.0, procurando que éste no sea mayor a 8.0, para evitar los problemas de bacterias.
• El alcatraz puede ser cultivado en zonas cafetaleras de altura entre los 900 y 1,300 m sobre el nivel del mar.

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