En Saskatchewan y Alberta, donde se localiza una parte importante de los pastizales para la producción ganadera y también crucial para los cultivos forrajeros y cerealeros, se corre el riesgo de perder todo el año agrícola si no hay lluvias en los próximos días
MONTREAL, CANADÁ. — La sequía y el frío amenazan la producción forrajera y cerealera en una franja que cubre las provincias canadienses de Saskatchewan y Alberta, pero el mal tiempo puede también afectar a la producción agrícola en otras zonas.
En Saskatchewan y Alberta, donde se localiza una parte importante de los pastizales para la producción ganadera y también crucial para los cultivos forrajeros y cerealeros, se corre el riesgo de perder todo el año agrícola si no hay lluvias en los próximos días.
Canadá es uno de los principales productores mundiales de cereales, de forrajes y de ganado vacuno, y si la actual sequía continúa eso afectará los ya bajos inventarios de granos y llevará a un aumento de precios a escala global.
Trevor Hadwen, especialista de cuestiones climáticas del Ministerio de Agricultura de Canadá, dijo a la agencia Prensa Canadiense que se están recibiendo reportes de los granjeros sobre falta de agua, algo raro en esta época del año.
«Han habido muy pocas precipitaciones. Hay una gran área donde hay (una sequía) que es algo que sólo sucede cada 100 años», dijo Hadwen.
En realidad sólo cayó el 40 por ciento del volumen de lluvia que normalmente debe recibir esta enorme área que cubre gran parte de las provincias de Saskatchewan y Alberta, y hay algunas regiones que ya registran una «sequía record», según Hadwen.
A la sequía se unen las bajas temperaturas, que están afectando el crecimiento de las plantas en las granjas donde se irriga con agua extraída de pozos.
El especialista compara la situación actual con la del año 2002, cuando el Oeste canadiense experimentó la peor sequía de los últimos 133 años y la producción forrajera y de cereales cayó 75 por ciento en Alberta y 70 por ciento en Saskatchewan.
En Quebec, por otra parte, no hubo falta de lluvias pero sí se registraron bajas temperaturas que afectaron el crecimiento de algunos cultivos y acortaron la temporada agrícola, lo que puede afectar rendimientos y calidad de la producción.
Asimismo en el Oeste canadiense se nota un aumento de los incendios forestales por la sequía.
Fuente: Notimex
