Agroindustria

Amplio mercado hortícola en el centro de México

La producción de tomate en invernadero en la zona centro del país es una opción viable, debido a que hay un mercado de 20 millones de habitantes en la zona metropolitana de la ciudad de México, es un producto que se utiliza prácticamente en todas las comunidades y la demanda es constante.

Entre las ventajas de producir bajo un sistema protegido están la obtención de un producto de alta calidad, con larga vida poscosecha, menos expuesto a la pudrición y sin plagas ni enfermedades.

Mario Pérez Grajales, director del Departamento de Horticultura de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), en entrevista con 2000 Agro expuso que producir bajo invernadero en la zona centro del país es una buena opción para los agricultores, aunque matizó que hay que tomar en cuenta algunos factores climatológicos.

En invierno –explicó– bajan las temperaturas y hay que calentar el invernadero con gas, lo cual para algunos productores agrícolas es incosteable. Sin embargo, indicó que hasta antes del 15 diciembre se puede cultivar sin problemas.

Para el mes de abril, el tomate tiene otra ventana de mercado y de agosto a octubre también alcanza buenos precios.

Respecto a la productividad, Pérez Grajales anotó que se puede lograr de 150 a 200 toneladas por hectárea.

Hacia el exterior, las oportunidades del cultivo para el futuro son enormes, ya que los productores que exportan hortalizas consideran que por el consumo que se está dando de jitomate se van a requerir cerca de 10 mil hectáreas, muy por encima de las tres mil has de hortalizas para exportación que tenemos en la actualidad, de las cuales un 70 por ciento es jitomate.

Hay un buen margen para comercializar, siempre y cuando podamos producir y competir con otros países que también venden a Estados Unidos, subraya Pérez Grajales.

Lo técnico

Al especificar algunas características técnicas del cultivo, apuntó que si éste se conduce a dos metros nos da entre siete y ocho racimos por planta.

En un invernadero de mil metros se pueden sembrar de 3,000 a 3,500 plantas, es decir, tres plantas y media por metro cuadrado.

Sobre la productividad por metro cuadrado, el especialista señala que se obtienen 15 kilos y califica de “exagerados” a quienes hablan del doble o hasta 50 kilos, porque “las condiciones que tenemos no lo permiten, debido a que la radiación está variando a lo largo del año, por tanto, no se mantiene la fotosíntesis ni el rendimiento de frutos. Simplemente, no es posible”.

Pérez Grajales comentó que cada ciclo hay que cambiar el jitomate y especificó que de la etapa de siembra al trasplante deben transcurrir 30 o 35 días. De ahí a la cosecha otros 90 días, cuando ya se obtiene el primer racimo.

Con relación al uso de agua en el cultivo, dijo que éste es muy eficiente, ya que se utiliza riego por goteo. Al inicio se aplican 100 mililitros por planta; en jitomate con el primer racimo floral se consume medio litro y en plena producción hasta litro y medio por planta. En campo abierto es más, porque tiene que mojar todo el surco y el agua se evapora.

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