Ante la crisis que enfrenta el sector cafetalero en el ámbito internacional, en octubre pasado el Consejo Mexicano del Café (CMC) inició la canalización de recursos, cuyo monto total sumará 553 millones de pesos, que se prolongará hasta febrero del próximo año, para apoyar a 282 mil productores del aromático en el levantamiento de la cosecha del ciclo 2001-2002.
La aplicación del Fondo Emergente para el Levantamiento de la Cosecha de Café 2001-2002 comenzó en Hidalgo y Puebla y se aplicará en las 12 entidades del país que cultivan café, entre las que destacan en orden de importancia por número de productores y hectáreas cultivadas Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Guerrero. En menor proporción, figuran Colima, Jalisco, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Tabasco.
De esta manera se pagarán más de 16 millones de jornales; se apoyará a 259 mil 336 productores que cultivan extensiones menores a cinco hectáreas cada uno, y a 23 mil 257 productores que lo hacen en extensiones de más de cinco hectáreas. Los primeros suman 91 por ciento del total de productores apoyados y, los segundos, el 9 por ciento restante.
Los recursos fiscales para el pago de los jornales provienen de los programas de Empleo Temporal 2001 que operan las secretarías de Desarrollo Social y de Agricultura. Los apoyos con recursos fiscales se proporcionarán a los productores que estén registrados en el Censo Cafetalero 2001, quienes los ejercerán y comprobarán después de concluidos los ciclos de cosecha.
El presidente del Consejo Mexicano del Café (CMC), Roberto Giesemann, dijo en su momento que la nueva política para los productores que radican en 391 municipios incluye la entrega de 70 dólares por quintal (sacos de 60 kilos), para compensar la diferencia entre los precios internacionales y los costos de producción, y esto se mantendrá hasta que haya un repunte en los precios internacionales.
Expuso que México dejaría de recibir 300 millones de dólares y con los programas de apoyo emergente tratará de reducir la pérdida de 40 por ciento de la producción y 30 por ciento en la competitividad internacional.
La situación cafetalera del país es muy difícil, pero no sólo se debe a la reducción de precios sino al bajo consumo per cápita del aromático, que apenas es de 740 gramos al año y que esta administración pretende elevar a 2.5 kilogramos, insistió.
En reuniones con organismos mundiales como la Organización Internacional del Café (OIC), México ha mantenido su postura de que en los próximos dos años los países productores destruyan 5 por ciento de la producción del grano de mala calidad.
En el ámbito interno el programa de mejoramiento del café considera el retiro de 5 por ciento del grano de baja calidad, además del establecimiento de la denominación de origen, que inicialmente se prevé sea de dos por estado y posteriormente podría ser regional y con ello darle valor agregado a la producción en las 56 regiones del país.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura informó que se estima levantar una cosecha de 7.2 millones de quintales, en el periodo comprendido entre octubre de 2001 y abril de 2002.
