Productores de Cuernavaca trabajan con nuevas variedades que se introdujeron desde hace año y medio
Productores de coco trabajan en la producción con nuevas variedades que se introdujeron desde hace año y medio, estas plantas no crecen más de 15 metros, lo que facilita la cosecha y ayudará a modificar la situación existente en las costas del sur y sureste, que son las zonas más difíciles y violentas del país, informó Rosario Enriques en su visita al Campo Experimental del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en Zacatepec.
Luego de lamentar que muchos sitios del país han sido invadidos por grupos delictivos y han desplazado a las familias productoras de coco y sus derivados, comentó que “hay muchas zonas del país que han sido invadidas y desafortunadamente están desplazando a las familias que están buscando mantener su situación económica”.
Aunque no precisó el porcentaje de familias afectadas por ese flagelo, aseguró que existe una merma en la capacidad de movilización de la gente y en la inversión que se necesita para mantener la productividad.
No obstante, en torno al trabajo en la producción de la nueva variedad de coco enano de Brasil, la cual tiene amplias expectativas, señaló que a pesar de todo buscan mantener su situación económica y alternativas.
Cabe mencionar que en su visita al Campo Experimental de Zacatepec, para conocer el proyecto destinado a crear el Centro de Innovación en Insumos Bioenergéticos y Coproductos, habló de los resultados que hay gracias al apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), quien ayudó a traer a México esta nueva variedad con la que esperan elevar la productividad del coco y sus subproductos, como aceite y agua de ese fruto, en 300 por ciento.
Dicha variedad de poca altura ha sido sembrada en 40 hectáreas del estado de Guerrero, e igualmente, en una superficie similar, pero de Veracruz, los cuales serán el semillero para expandir el cultivo al territorio nacional.
Los productores se muestran satisfechos porque es una variedad bastante precoz que empieza a dar frutos en tres años, a diferencia de los seis años de las variedades existentes en México; no crece más de 15 metros y facilita la cosecha.
