Los fuertes vientos y las altas temperaturas ocasionaron una sensible baja en las cosechas de productores meloneros matamorenses en esta temporada. Ya no hay más cosecha
MATAMOROS, TAMPS. (MÉXICO).— Los fuertes vientos y las altas temperaturas ocasionaron una sensible baja en las cosechas de los alrededor de 800 productores meloneros matamorenses en esta temporada, lo cual pone en riesgo su economía, pues invirtieron entre 15 y 30 mil pesos para sembrar la fruta y a la fecha ya no tienen en sus huertas.
El productor matamorense Francisco Rocha González, del ejido Morelos, indicó que específicamente fueron dos factores los que interrumpieron el desarrollo de las matas; por un lado, los fuertes ventarrones que se verificaron en los meses de mayo y junio de este año, que acompañados por micropartículas de arena, quemaron y tumbaron las florecitas y los retoños, también hubo remolinos que revoltearon y destruyeron las tiernas matas.
Por otro lado, el intenso calor, pues hubo dos días —a finales de junio— que las temperaturas máximas alcanzaron los 44 grados Celsius a la intemperie, lo que hizo que se deshidrataran las miles de plantitas.
“Por eso hubo poco rendimiento en la producción en el último momento, hace apenas 20 días, que ya no se ven camionetas con melones, son pocos los que vienen, pero a estas alturas, en otros años, todavía debería haber vendimia.”
“Ahora estamos esperando el melón denominado ‘intermedio’ que se siembra desde mayo, y empieza a cosecharse a mediados de agosto y hasta septiembre; luego sigue el ‘tardío’ que se levanta entre los meses de octubre y hasta mediados de noviembre de cada año”, expresó Ramiro Lara Ramírez, del ejido Matamoros III.
“Fíjese lo que son las cosas, ahora que no hay melón aquí, este año parecía que no iba a bajar a más de un peso con 40 centavos —así duró cuatro días—, que no es el mejor precio, porque así, apenas salimos ‘tablas’, pero, en lo que va del año, llegó a costar hasta a tres pesos con 50 centavos el kilo.
“Para poder sacarle algo de utilidad a la siembra del melón necesitamos, cuando menos, ‘muy jodido’, a dos pesos el kilogramo, pero es mejor de los cuatro pesos para arriba, ya que es fuerte la inversión que hacemos para llevarla a cabo, por alrededor de 30 mil pesos, nomás imagínese:
“Tenemos que pagar la renta del tractor para la preparación del terreno; para una hectárea a sembrar, se necesitan dos rollos de hule que cuestan tres mil 300 pesos, una libra de semillas (o el equivalente a 454 gramos), que cuestan tres mil 300 pesos, pero tenemos que dejar una media libra más, para casos de emergencia, o contingencia, porque nos afectó el granizo, los ventarrones o los calores como sucedió este año”, explicó Rocha González.
Aplicación de foliares —líquidos para plagas—, fertilizantes, levantar las guías, ocupar a dos jornaleros de planta para esta actividad y para levantar las cosechas unos siete, a quienes se les tiene que pagar cien pesos diarios a cada uno; aparte se consumen muchos litros de gasolina o diesel para trasladar los melones hasta el lugar de concentración “Las Meloneras”, por eso coincidieron ambos productores en que este cultivo es muy caro y poco lo que se recupera, por dos situaciones:
Las cuestiones climáticas y por la falta de apoyo de las autoridades con respecto a conseguirles subsidios o precios de garantía, para poderse mantener y no endeudarse con los agiotistas, ya que desde hace mucho tiempo no han tenido ninguna posibilidad de obtener créditos blandos con instituciones financieras.
Fuente: Milenio.com
