Agroindustria

Comprar transgénicos o no, el consumidor decidirá

El producto biotecnológico ofrece más beneficios a lo largo de la cadena de valor en relación con un híbrido, desde la empresa que vende la semilla, pasando por el productor que obtiene altos rendimientos en su cosecha y una mejor protección contra plagas, la industria verá facilitados sus procesos de transformación, hasta el consumidor, quien recibirá un producto inocuo.

Así lo expone Arturo Enríquez, director de Dupont México, Centroamérica y el Caribe, quien refiere que actualmente un producto modificado genéticamente tiene un costo un poco más elevado con respecto a los convencionales, por los beneficios adicionales que ofrece, pero asegura que en el futuro la situación podría ser a la inversa. El margen de diferencia entre un híbrido y una semilla biotecnológica es de 2 o 3 por ciento en soya y cebada.

En entrevista con 2000Agro, el directivo afirma que será el consumidor quien elegirá si prefiere un producto transgénico o uno no transgénico y, en todo caso, será él quien pagará el costo de esa segregación.

Dupont –indica Enríquez– tendrá ambas opciones: producto transgénico y no transgénico, con un costo diferenciado, y «el que va a tener la última palabra es el consumidor», remarca.

La semilla de soya –ejemplifica–, dependiendo de características y calidades, puede tener un sobreprecio. Si le va a dar un mayor rendimiento, éste tiene que dividirse en dos partes, una para la empresa productora de semilla y otra para el productor. Si estamos hablando de resistencia a plagas o enfermedades habrá un ahorro al no gastar en herbicidas o insecticidas. La idea es compartir el beneficio.

Maíz con alto contenido oleico

Sobre el conflicto que se dio por la patente de un maíz con alto contenido oleico, cuyas propiedades estarían en un maíz mexicano, refiere que no es un problema, sino una mala interpretación, ya que por una deficiente información se piensa que en México existen maíces con esa dualidad de funciones positivas, lo cual no ha sido documentado por centros de investigación, como el Cimmmyt o el Cinvestav, que fueron consultados.

En general el maíz contiene 3.5 por ciento de aceite, pero algunos alcanzan entre 7 y 8 por ciento. Incluso Dupont comercializa una variedad de maíz rica en aceite, 7 por ciento mínimo, pero es un producto obtenido por hibridación tradicional.

Lo que se está desarrollando –explica– es que además de tener alta cantidad de aceite, 55 por ciento de ésta sea ácido oleico (monoinsaturado), que es más saludable para nutrición animal y, por lo tanto, para nutrición humana.

Señala que el gobierno mexicano, un poco forzado por la situación política, interpuso un reclamo, sin embargo, no ha documentado. Recuerda que antes de autorizar una patente existe un periodo para escuchar cualquier inconformidad por la cual no se debe otorgar, quizá porque ya existe o no cumple con la normatividad que exige cada país. Si se demostrara que ya existe un maíz con esas características se detendría el desarrollo de esa patente, expone.

– ¿Dupont no está pirateando una variedad?

– En absoluto, Dupont es una empresa que tiene 75 años de operar en México, siempre apegada a la legislación; conscientes del beneficio al consumidor, tenemos un alto rango en una imagen de protección al medio ambiente, la salud y la nutrición.

Para el productor, el beneficio sería tener el mismo rendimiento que un maíz normal, lo que no se ha logrado. Hay un producto que se importa a México para las industrias avícola, porcícola y de ganado lechero, con alta energía, 7 por ciento de aceite, sin embargo, no tiene la dualidad del ácido oleico.

El directivo de Dupont asevera que hay una alta aceptación en la industria pecuaria por su alto beneficio energético, mejor cuadro de proteínas y aminoácidos. El consumidor obtendrá con ese maíz una grasa más saludable, monoinsaturada; además, al utilizar aceite de esta semilla en la industria de la panificación no habrá problemas de malos olores.

Respecto a la tecnología Terminator, la cual podrá comercializar la empresa Delta & Poor hasta el año 2003, el directivo de Dupont anota que, por lo pronto, esta última empresa no la comerciará, no porque esté en desacuerdo, sino porque al no existir demanda, no tiene sentido desarrollar productos que no tengan aceptación. No creemos que esa semilla pueda tener futuro comercial, pues hay mucho rechazo.

Inversión de Dupont en biotecnología

Para México, Dupont cuenta con un presupuesto de alrededor de 250 millones de dólares para la promoción y desarrollo de la biotecnología. A escala mundial la cifra llega a mil 350 millones de dólares, incluyendo la destinada a polímeros, es decir, poliéster hecho a base de maíz mezclado con algodón.

En el ámbito mundial habrá una planta de estos polímeros, que son bioplásticos para fabricación de ropa con base en maíz.

Busca experimentar en maíz

En México, Dupont tiene unas 250 hectáreas experimentales de soya y cebada modificadas genéticamente. El maíz está en moratoria.

Sobre esto último anota que se ha buscado obtener permiso para que con toda la normatividad, reglamentación y limitaciones y evitando riegos de contaminación, se pueda experimentar con maíces, sobre todo en la zona norte de México, donde se puede perfectamente aislar y no hay peligro de contaminar maíces criollos, como el teozintle.

Finalmente, considera que no hay una oposición a los productos transgénicos, lo que hace falta, explica, es más información sobre cuáles son los beneficios y los riesgos si es que existen.

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