Agroindustria

Crece contratación de seguros agrícolas por mal clima y precios volátiles: CEFP

En 2010 la penetración del seguro agrícola en México se estimó en más de 10 millones de hectáreas, cifra que representa el 65.73 por ciento del total de la superficie sembrada

México.─ A través del documento Análisis mensual de productos básicos: junio 2011, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) menciona que en 2010 la penetración del seguro agrícola en México se estimó en más de diez millones de hectáreas, cifra que representa 65.73 por ciento del total de la superficie sembrada.

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados señala que ante la mayor incidencia de fenómenos climatológicos y la volatilidad de los precios, los productores han recurrido cada vez más a la contratación de seguros agrícolas.

Indica que a pesar de que éstos se han incrementado de 2005 a 2010 a una tasa de 25.8 por ciento en promedio anual, la cobertura tanto de superficies como de cultivos presenta grandes diferencias a lo largo del territorio nacional.

En el documento Análisis mensual de productos básicos: junio 2011, el CEFP menciona que en 2010 la penetración del seguro agrícola en México se estimó en más de diez millones de hectáreas, cifra que representa 65.73 por ciento del total de la superficie sembrada.

Subraya que 48.7 por ciento de la superficie asegurada se contrató a través de instituciones privadas, 40.0 por ciento mediante Agroasemex y sólo 11.3 por ciento de las hectáreas se firmó con los fondos de aseguramiento, los cuales son asociaciones de productores agrícolas y/o ganaderos, que tienen por objeto ofrecer coberturas sin fines de lucro a sus socios.

De acuerdo con datos del IV Informe de Gobierno, en 2010 más de 75 por ciento del total de la superficie asegurada se concentró en cuatro cultivos: maíz, frijol, sorgo y trigo.

El cultivo con mayor superficie asegurada fue el maíz con cinco mil 470 hectáreas que representan 54.4 por ciento del total; con ello, se confirma que a pesar de que se ha venido incrementado la superficie asegurada ésta se concentra en los diez principales granos y oleaginosas atendidos por los fondos de aseguramiento, Agroasemex y las aseguradoras privadas.

Ante los recientes cambios climatológicos y la volatilidad de los precios “se hace necesario que este tipo de seguros se extiendan a otros productos como frutas y hortalizas”, enfatiza el Centro.

En cuanto a la distribución de seguros, el CEFP observa que la mayor parte de la superficie asegurada en 2010 se concentró en el noroeste, norte y occidente del país con 81.7 por ciento, destacando los estados de Sinaloa, Tamaulipas y Sonora con el aseguramiento de maíz, trigo y sorgo, principalmente.

Mientras que el restante 17.3 por ciento se contrató en las regiones del sur-sureste y el centro del Bajío, en donde sobresale, por un lado, el estado de Veracruz con el aseguramiento de la caña de azúcar y, por otro, Guanajuato con cebada y trigo.

“Hay una polaridad entre las regiones del noroeste, norte y occidente y las del centro-sur, en donde las primeras destacan por una agricultura más desarrollada y tecnificada, que concentran a los mayores productores y que tienen mayor conocimiento y acceso a las instituciones de seguros, lo que contrasta con las condiciones de los productores de la región centro-sur.”

En el documento también se menciona que la creciente demanda y la reducida oferta por menor superficie cultivable continúan presionando al alza el precio de diversos alimentos, granos y oleaginosas.

Se destaca que el mayor uso de superficie cultivable para producir biocombustibles, el aumento en el precio del petróleo, la especulación en los mercados financieros y los cambios climatológicos, vuelven a ser factores primordiales de inestabilidad en los precios internacionales de productos tan importantes como el maíz, trigo, arroz y soya, principalmente.

En el ámbito nacional y a junio del presente año, los precios de algunos productos de consumo básico retomaron su tendencia alcista y podrían mantenerse en esos niveles si continúa la incertidumbre de abasto ante la posibilidad de una reducida oferta por la menor superficie de siembra y las mayores mermas en cosechas.

Ello, luego de las situaciones extremas de clima (heladas, sequías y lluvias) ocasionadas por la inestabilidad de los cambios climatológicos, por lo que, “el abasto de productos básicos en el mercado nacional es incierto, lo que explica el aumento de los precios al mayoreo de algunos alimentos, granos y oleaginosas de granos”.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo (ANEC), abunda el CEFP, cerca de ocho millones de hectáreas de maíz, frijol, arroz y sorgo, principalmente, de las regiones del Bajío, occidente, Nayarit, Michoacán, Sinaloa y el sur y sureste del país estarían en riesgo por el retraso de lluvias.

Se resalta que la incertidumbre del posible desabasto de productos básicos volvió a generar una presión al alza en los precios al mayoreo de algunas oleaginosas de granos, como garbanzo chico, alubia y lenteja chica, luego de que en mayo reportaron una caída en su precio.

Al cierre de la segunda semana de junio el precio promedio del maíz blanco fue de aproximadamente cinco mil 500 pesos la tonelada; es decir, más de mil 500 pesos por arriba del registrado hasta en la última semana de enero de 2011 (tres mil 900 pesos la tonelada).

Los elevados precios del maíz blanco continúan presionando al alza el precio de la tortilla. Al 13 de junio de 2011, el precio promedio nacional del kilogramo de tortilla se ubicó en 10.96 pesos, es decir, 1.12 pesos por arriba del observado hasta el 14 de junio de 2010 (9.84 pesos por kilo).

Hasta el 13 de junio de 2011, el mayor precio en tortillerías se registró en las ciudades de Mexicali y Hermosillo, donde el kilogramo alcanzó 15.40 y 15.25 pesos, respectivamente; mientras que en la zona metropolitana de Puebla, Distrito Federal, Toluca, el kilogramo se ubicó en 8.60, 9.21 y 9.36 pesos, respectivamente, los más bajos en el ámbito nacional.

El CEFP advierte que para enfrentar la inestabilidad climatológica, el alza generalizada de los precios en los alimentos y garantizar la seguridad alimentaria de los mexicanos, es necesario fortalecer el impulso de acciones de largo plazo que promuevan la actividad agrícola por medio de cambios en las formas y medios de producción (reconversión productiva).

De igual modo, promover el suministro de semillas mejoradas; el uso de fertilizantes; la asistencia técnica (mayor tecnificación de riego) y facilitar e incrementar el acceso al crédito. “Con estas medidas, seguramente se lograría elevar la productividad, reducir las importaciones y la dependencia alimentaria”, enfatiza el Centro.

Fuente: Grupo Fórmula

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