En todos los caminos de Jalisco se ven al pie de la carretera parcelas repletas de agave, que tiene un auge increíble por su gran demanda en los mercados nacional e internacionales. Sin embargo, esas parcelas son rentadas a empresas tequileras como Sauza y Casa Cuervo por los productores a cambio de la ridícula cantidad de mil pesos la hectárea por año y un poco más, si bien les va. Aunque eso ayuda a los productores, ya vendrá el trago amargo de un tequila mal destilado.