Agroindustria

En peligro, seguridad alimentaria mundial

Nuevo análisis revela que el riego con agua de río corresponde al 25 % de todos los alimentos, mientras que el 40 % del consumo mundial de pescado depende de los ríos

Ciudad de México, 24 de septiembre de 2021.— Antes de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU, un análisis realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) encontró que un tercio de la producción mundial de comida depende de los cada vez más amenazados ríos del mundo. Esto socava la seguridad alimentaria y nuestra capacidad para abastecer de manera sostenible a diez mil millones de personas para el año 2050.

Publicado hoy, “Ríos de los Alimentos” describe cómo estos sustentan cuatro componentes clave de la producción mundial de víveres: riego, pesca de agua dulce, deltas y agricultura en tierras aluviales, y cómo el sistema completo corre un riesgo creciente debido a la degradación en curso de los ríos del mundo. Nunca antes se había realizado un análisis tan holístico del papel fundamental que desempeñan los ríos en la nutrición de la humanidad.

“Los ríos son fundamentales para alimentar al mundo, pero proteger y restaurar su salud y resiliencia ni siquiera están en la periferia de los debates sobre los sistemas alimentarios globales”, dijo Stuart Orr, líder mundial de Agua Dulce de WWF.

“Los ríos nos han nutrido desde los inicios de la civilización, ayudando a alimentar a miles de millones de personas desde comunidades indígenas hasta megaciudades. Pero los sistemas fluviales están sometidos a un estrés cada vez mayor y si no tomamos medidas urgentes para gestionarlos mejor, no podremos abastecer de forma sostenible a todos en la Tierra”, añadió Jeff Opperman, científico líder de Agua Dulce de WWF a escala mundial y coautor del estudio.

“Ríos de Alimentos” demuestra que mucha más comida depende directamente de los ríos de lo que se pensaba anteriormente:

  • Riego: alrededor del 25 por ciento de los alimentos del mundo proviene de tierras de cultivo irrigadas por sus aguas.
  • Pesca de agua dulce: el 40 por ciento del consumo mundial de pescado se basa en los ríos, incluida una quinta parte de la captura mundial de peces y más de dos tercios de los peces de la acuicultura.
  • Deltas: el sedimento de los ríos crea y sostiene los deltas, que producen el 4 por ciento de los alimentos del mundo en solo el 0.5 por ciento de su tierra, y son el hogar de alrededor de 500 millones de personas.
  • La agricultura en tierras fluviales cubre al menos diez millones de hectáreas, sobre todo en Asia y África, lo que equivale a las tierras de cultivo en Italia y produce alrededor del 1 por ciento de los alimentos del mundo.

“Los ríos son las arterias del planeta, fluyen con agua, sedimentos y nutrientes que sustentan un tercio de la producción mundial de alimentos, pero, irónicamente, nuestras prácticas agrícolas son una de las mayores amenazas para los ríos y la producción de alimentos que sostienen”, dijo Joao Campari, líder mundial de Alimentos de WWF. “Necesitamos con urgencia transformar la forma en que producimos alimentos para reducir el impacto sobre el clima, la naturaleza y los ríos, y asegurarnos de que podamos nutrir a diez mil millones de personas dentro de los límites planetarios para el 2050.”

Pasados por alto y subvalorados, los ríos están bajo una presión cada vez mayor debido al uso excesivo del agua, la sobrepesca, el represamiento para la generación de energía hidroeléctrica, la contaminación y el cambio climático. La agricultura por sí sola representa más del 70 por ciento de toda el agua dulce utilizada por las personas, mientras que también es el mayor contaminador de ríos y ecosistemas de agua dulce, y un importante contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y la pérdida de biodiversidad.

Hoy el 75 por ciento de los cultivos de regadío crecen en áreas con estrés hídrico, cifras que solo empeorarán a medida que el mundo se calienta. Mientras tanto, solo un tercio de los grandes ríos fluye libremente, a pesar de que son fundamentales para la estabilidad de los deltas y la supervivencia de las pesquerías de agua dulce.

La señal más clara del daño que hemos causado, y que seguimos causando a nuestros ríos, es el colapso de la biodiversidad de agua dulce. En los últimos 50 años, hemos perdido el 84 por ciento de nuestras poblaciones de especies de agua dulce, mucho más que en los ecosistemas terrestres o marinos. Los sistemas alimentarios son responsables del 50 por ciento de la pérdida de esta biodiversidad.

“Un tercio de las especies de agua dulce están en riesgo. Un tercio de los peces de agua dulce se enfrenta a la extinción. Estas impactantes estadísticas recalcan la grave amenaza para un tercio de la producción mundial de alimentos que depende de los ríos”, dijo Opperman. “Si nuestros ríos no pueden sustentar especies de agua dulce, no podrán sustentarnos a nosotros. Los gobiernos deben estar de acuerdo con los objetivos de agua dulce en el nuevo marco global para la naturaleza; de lo contrario, todos pagaremos el precio.”

Existe una urgente necesidad de sistemas alimentarios saludables, sostenibles y equitativos, ya que nuestras prácticas actuales de producción y consumo son los principales impulsores del cambio climático, la pérdida de la naturaleza y el aumento del hambre. Se espera que, a finales de esta semana, la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU anuncie acciones, soluciones y estrategias para transformar el sistema alimentario mundial.

Estas acciones deben fortalecer la resiliencia de los sistemas fluviales, asegurar que las pesquerías naturales y la acuicultura sean sostenibles, mantener el flujo libre de los ríos y promover la adopción de dietas saludables, entre otras medidas para proteger y restaurar los ríos.

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