Por: Isabel Rodríguez
Foto: Archivo
En la industria agroalimentaria, los envases para alimentos juegan un papel fundamental, ya que una buena parte de su comercialización depende de la inocuidad, calidad y frescura que puedan garantizar al consumidor final.
Algo en lo que coincide el ingeniero José Antonio Rodríguez Tarango, presidente del Instituto Mexicano de Profesionales de Envase y Embalaje (IMPEE), organización líder en América Latina en el desarrollo de tecnologías, procesos, ingeniería, aspectos logísticos, mercadológicos, sanitarios, ecológicos y comerciales de envases y embalajes para diferentes sectores, entre los que destacan el alimentario, agroindustrial y cosmético.
“Existen empresas multinacionales que tienen muy clara la importancia del envase para sus productos, porque éste es la identidad de los alimentos. El envase tiene muchas funciones: identidad, para empezar, porque los consumidores reconocen la marca a través de los envases. La segunda función esencial, es la conservación de alimentos, ya que su función no es sólo contener, sino conservar”, explica Rodríguez Tarango.
“Para los productores que invierten en un buen empaque de los alimentos, esta inversión es dar valor agregado a su producto al incrementar la vida de anaquel conservando propiedades como frescura y buen sabor.
Obviamente, el tipo de envase que elijan dependerá no sólo del alimento, sino de la capacidad financiera de la agroindustria y de los volúmenes de producción. Por ejemplo, una Pyme accede por lo general a tecnologías de bajo costo, utilizando envases de vidrio, empaques metálicos, etcétera. En cambio, una empresa del sector lácteo, como Alpura, cuenta con los recursos para adquirir envases tetrabrik”, señala el director del IMPEE.
Además de que tanto las empresas agroalimentarias como los consumidores conozcan la importancia del envasado de alimentos, especialmente la agroindustria debe contar con la información suficiente para tomar una buena decisión al momento de elegir un buen empaque.
Por esta razón, uno de los servicios más importantes que brinda el IMPEE es la capacitación y actualización sobre el tema de envase y embalaje mediante conferencias técnicas, cursos de actualización, diplomados técnicos y programas de posgrado.
“Hemos tenido oportunidad de trabajar con diferentes tipos de industrias, desde alimentos hasta farmacéuticas, sin embargo una de las áreas en las que tenemos más experiencia es justamente en alimentos procesados y no procesados. Además de la asesoría que podamos brindar a empresas de alimentos, de cualquier nivel, también interactuamos con otros institutos o centros de investigación, como el Colegio de Posgraduados, al cual asesoramos desde hace muchos años”, comenta el especialista.
También, el ingeniero Rodríguez Tarango se dio a la tarea de diseñar y lanzar en 2005 un laboratorio portátil para la realización de pruebas para los diversos materiales de envase: el IMPEE-PortaLAB), cubriendo así una apremiante necesidad de la industria de evaluar materiales a un bajo costo, la cual ha tenido una gran aceptación en el mercado no sólo en el ámbito nacional, sino también en otros países. Asimismo, en 2006 desarrolló el software IMPEE-Estibamax, para cálculo de estiba máxima en cajas de corrugado y acomodo óptimo de estibas.
El ingeniero Rodríguez ha participado en la capacitación de un gran porcentaje de los ingenieros de envase del país que hoy laboran en prestigiadas empresas; ha colaborado como asesor para las más importantes empresas mexicanas productoras de bienes de consumo, y empresas pequeñas y medianas a través de una colaboración estrecha con las secretarías de Desarrollo Económico de varios estados de la República Mexicana y con la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana, donde ha desarrollado soluciones de embalaje de bajo costo para alimentos y artesanías.
