Agroindustria

FAO alerta sobre creciente demanda de alimentos

Buscan reducir dependencia de combustibles fósiles para poder alimentar a la humanidad

México.─ El sistema alimentario mundial necesita reducir su dependencia de los combustibles fósiles si quiere lograr alimentar a la creciente población del planeta, esto advirtió la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El reto es desligar los precios alimentarios de las fluctuaciones y aumentos de los precios de los combustibles fósiles, expone un documento de trabajo de la FAO publicado este lunes en el curso de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.

Los elevados precios de los combustibles fósiles y sus oscilaciones, así como las dudas sobre su disponibilidad futura, implican que los sistemas agroalimentarios tienen que transformarse a un modelo “inteligente” energéticamente, según el informe Energy-Smart Food for People and Climate (Alimentos inteligentes a nivel energético para la gente y el clima).

El sector alimentario requiere energía y también puede producirla. Un enfoque “inteligente” en el uso de energía en la agricultura supone una manera de aprovechar mejor esta doble relación entre la energía y los alimentos, señalan los expertos.

Asimismo, el sector de alimentos ─incluyendo la fabricación de insumos, producción, procesado, transporte, comercialización y consumo─, supone alrededor de 30 por ciento del consumo mundial de energía, y más de 20 por ciento del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero.

El informe de la FAO destaca también el tremendo potencial de la agricultura para producir una cantidad mayor de la energía que se necesita para alimentar el planeta y apoyar el desarrollo rural.

“Utilizar fuentes de energía locales y renovables durante toda la cadena alimentaria puede ayudar a mejorar el acceso a la energía, diversificar los ingresos agrícolas y del procesado de alimentos, evitar tirar los productos de desecho, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que se ayuda a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible”, señala el documento.

Allí donde existen recursos suficientes de energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica procedente de la biomasa, pueden usarse en sustitución de los combustibles fósiles en la actividad agrícola y acuícola. También pueden usarse en el almacenamiento y procesado de los alimentos. Por ejemplo, en las plantas azucareras se utilizan los residuos para obtener calor y cogenerar energía. Los denominados “desechos de procesado en mojado”, como la piel y los desechos del tomate, o la pulpa en la fabricación de zumos, se pueden utilizar en un digestor anaeróbico para producir biogás. Ya hay millones de pequeños digestores domésticos que los agricultores de subsistencia en el mundo en desarrollo utilizan para producir biogás para el consumo familiar.

Es necesario actuar con firmeza para reducir las pérdidas de alimentos, y esto también hará que aumente la eficiencia energética en la cadena agroalimentaria.

Fuente: El Financiero en línea

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