La CIOAC propuso que los diputados emplacen a los centros de investigación públicos a fortalecer los sistemas de producción, acorde con las necesidades de los campesinos, a fin de estructurar procesos de desarrollo sustentable y fortalecer los sistemas tradicionales
MÉXICO.— La Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) anunció que ante el permiso para la siembra experimental de maíz transgénico, pedirá el apoyo de la Cámara de Diputados.
El objetivo es declarar una moratoria indefinida del uso de organismos genéticamente modificados en el sector rural, expuso el líder de ese organismo, Federico Ovalle.
Por ello los diputados perredistas se han pronunciado por la restitución en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados del concepto de Régimen Especial del Maíz, que ha sido minimizado y excluido en el reglamento de la misma ley.
Propuso que los diputados emplacen a los centros de investigación públicos a fortalecer los sistemas de producción, acorde con las necesidades de los campesinos, a fin de estructurar procesos de desarrollo sustentable y fortalecer los sistemas tradicionales.
En un comunicado, consideró indispensables esos pasos para revertir la tendencia a favor de las grandes corporaciones, que ponen en peligro la independencia y la capacidad del país para producir alimentos con semillas criollas.
Ante esta situación, dijo, es urgente posicionar al maíz y su diversidad como un recurso estratégico para la soberanía alimentaria y nacional.
El líder campesino subrayó que para los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) esta siembra atenta contra la soberanía y la seguridad alimentaria.
Alertó que el mayor riesgo ecológico es que las liberaciones a gran escala de cultivos transgénicos pueden favorecer el flujo de transgenes de los cultivos a otras plantas silvestres.
Por lo que respecta a la salud humana, aseveró que estos productos causan alergias, resistencia a antibióticos y efectos tóxicos.
En lo cultural estas prácticas de cultivos transgénicos destruyen sistemas colectivos de intercambio, formas orgánicas de cultivo y se apropian de especies autóctonas.
Ovalle Vaquera agregó que en lo económico, generan dependencia de los agricultores hacia las empresas transnacionales y promueven el fortalecimiento de los monopolios que producen semillas transgénicas.
Fuente: Notimex
