Granos y Oleaginosas

Trigo, un cereal para llevar pan a todo el mundo

Esta gramínea es catalogada por la OMS como uno de los alimentos que ayudan a combatir el hambre así como a mantener la salud y el bienestar de la población a escala global

Norman Borlaug, considerado el padre de la agricultura moderna, recibió en 1970 el Premio Nobel de la Paz por la investigación científica que hizo sobre el trigo y el aporte de ese trabajo para disminuir la hambruna en el mundo gracias a sus propiedades nutrimentales.

Borlaug realizó casi toda su investigación en México, en el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (Cimmyt), donde desarrolló biotecnología para aumentar la producción con menos extensión de tierra, evitar la erosión de suelos fértiles, prevenir inundaciones y establecer cultivos en equilibrio con la biodiversidad.

Casi medio siglo después de que Borlaug recibiera el Premio Nobel de la Paz por su contribución con variedades de trigo resistentes que se repartieron gratis en varios países, los científicos del Cimmyt, con sede en El Batán, Texcoco, continúan esa labor obteniendo los mejores granos para elaborar diversos derivados de ese cereal, como el pan, alimento clave para mantener la seguridad alimentaria, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoce como una gramínea de alto valor nutricional.

Al respecto, la especialista en nutrición clínica Amira Montalvo destacó que “es tan importante tener calidad en el trigo que por eso existen organismos internacionales como el Cimmyt que ayudan a investigar y cuidar esos granos, además de asegurar que el trigo que se usa para la producción de pan tenga la calidad apropiada para ofrecer los nutrimentos necesarios a la población que lo consume”.

La nutrióloga certificada detalló que, de acuerdo con la OMS, entre 45 y 65 por ciento de la energía que consumimos en un día debe ser proveniente de los carbohidratos, los cuales se encuentran principalmente en el grupo de los cereales y tubérculos, en el que se incluyen el trigo y sus derivados como el pan, así como el maíz, el arroz y la papa.

“La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha destacado que alimentos como la papa, el arroz, el frijol y el pan hecho a base de trigo, por los beneficios especiales en cuanto a su calidad nutrimental, ayudan a mantener a la población con energía y aportan una gran variedad de vitaminas y algunos minerales.”

El pan, explicó Montalvo, ha tomado una función en la nutrición desde hace más de cuatro milenios. “Hay rastros que los historiadores han descubierto de algunos tipos de pan que comenzaron a elaborarse desde que inicia la agricultura, y lo más cercano a lo que es el pan de hoy data cerca del año 2000 antes de Cristo.”

No obstante, fue hace poco más de dos mil años cuando se empezó a industrializar para garantizar la seguridad alimentaria: “Es cerca del año 30 a.C. cuando llega a Roma, y ese imperio empieza a propagarlo por cada una de sus colonias, pues se dan cuenta de que ayudaba a tener al pueblo con energía, por lo que comienzan a desarrollarse los inicios de la industria panificadora. Ellos hicieron los primeros molinos de trigo, hornos y máquinas”, destacó.

La nutrióloga subrayó que el trigo es un grano rico en carbohidratos, que son la fuente de energía en la alimentación, “por eso dicho cereal es considerado por instancias internacionales, entre las que destacan la FAO y la OMS, como un alimento que permite la salud y el bienestar óptimo de la población a escala mundial”.

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