Granos y Oleaginosas

Trigo impagable

El precio del trigo se ha triplicado desde el año 2000 y cada día llegan noticias de un nuevo récord

Por: Rita Schwentesius Rindermann y Manuel A. Gómez Cruz*

A escala mundial, la producción de granos crece demasiado lento para alimentar a la humanidad y el trigo se ha vuelto casi impagable. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que 925 millones de personas sufren hambre en el mundo. El levantamiento del pueblo egipcio, gran consumidor e importador de trigo, debe ser una señal de alarma.

El costo del bushel (27.2 kg) de trigo el 27 de enero de 2011 fue de 8.48 dólares, y con ello fue tan caro como ya no desde el verano de 2008, meses que marcaron la primera crisis alimentaria del siglo XXI. El precio del trigo se ha triplicado desde el año 2000 y cada día llegan noticias de un nuevo récord.

La cosecha del año 2011 prácticamente ya está vendida y países como Egipto y Bangladesh buscan desesperadamente vendedores, mientras que Rusia, el tercer exportador mundial, mantiene cerradas sus fronteras para ventas foráneas (agrarzeitung). Ante estas circunstancias dramáticas surgen varias preguntas con respecto a las causas de esta nueva crisis y la magnitud de su impacto. Una población creciente debe ser alimentada, mientras que la producción está estancada, y como si fuera poco desviándose de las necesidades básicas de los seres humanos. ¿Estamos al inicio de nuevas hambrunas? ¿Va a alcanzar el trigo? ¿Cuál es la respuesta del gobierno mexicano?

En este contexto, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI) de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) realizó una investigación de carácter exploratorio, basada en la revisión de fuentes de información primarias, como las bolsas de Chicago y Kansas, a través de Barchart.com, índices de la FAO así como de informes de la prensa internacional.

Según cifras de la FAO, la demanda mundial por trigo equivale a dos mil 268 millones de toneladas, y la producción alcanzó entre los años 2008/09, 2009/10 y 2010/11, dos mil 282.2, dos mil 53.1 y dos mil 269 millones de toneladas, respectivamente. En el ciclo 2009/10 quedó claramente por debajo de la demanda y en 2011 apenas se va a cubrir la demanda.

No obstante, la FAO recomienda mantener una reserva de por lo menos 17 por ciento de la demanda, pero con los datos presentados se evidencia que las bodegas quedarán casi vacías. Entre las causas de esta situación se encuentran acontecimientos de magnitudes bíblicas, tales como incendios en Rusia, inundaciones en Australia y el invierno extremadamente frío en Estados Unidos y China.

Pero también el tipo de demanda juega un papel; menos de 50 por ciento va al consumo humano directo (mil 57 millones de toneladas), un tercio se convierte en alimento para el ganado, pero se necesitan diez calorías vegetales para producir una de carne, y la demanda por productos animales crece en forma exponencial; el resto termina como biocombustibles o en la industria cosmética.

No obstante, todos estos elementos todavía no explican en forma suficiente lo que está pasando. El trigo se ha convertido en un objeto de especulación de los capitales internacionales por los precios atractivos. El número de los contratos por cinco mil bushel está creciendo, mientras que en los años de 2000 a 2005, 100 mil contratos por mes era lo normal, son en la actualidad 500 mil la regla (Barchart).

Como si fuera poco, están creciendo las inversiones fuera de las bolsas en grandes agroempresas y en la compra de tierra. Ésas son tendencias que ni siquiera Carlos Marx se imaginaba, se está especulando con el hambre sobre todo en los países de África y Asia.

En la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) se realizó el 30 de enero de 2011 una reunión con organizaciones campesinas para conocer las perspectivas para este año, llegando a la conclusión que el temporal fue bueno en 2010 y que la producción crecerá ligeramente (entre 3 y 4 por ciento). Las medidas que se han tomado se dirigen al control de precios para impedir la especulación (Sagarpa, 2011).

Con base en lo anterior, se concluye que las medidas tomadas por la Sagarpa son insuficientes, considerando el estancamiento en la producción de trigo en México y los grandes volúmenes de importación, no solamente de este grano sino del conjunto.

Ante esta situación se recomienda tomar medidas drásticas para alcanzar la autosuficiencia en México.

La Universidad Autónoma Chapingo y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) deberían pronunciarse con propuestas que les encomiendan sus estatutos y hacer ofrecimientos concretos para lograr la soberanía alimentaria.

* Profesores-investigadores del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (CIESTAAM), de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh)

2000 Agro

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