Hortofruticola

El tejocote, fuente de vitamina C

Especialista en fruticultura, se ha dedicado al rescate y aprovechamiento de este fruto, logrando colectar 196 genotipos de tejocote en México

México ocupa el cuarto lugar como centro de origen y de diversidad vegetal en el mundo, y además cuenta con la mayor diversidad de los ambientes y suelos, desde el desierto y hasta el trópico más lluvioso.

Como centro de origen de especies vegetales, se encuentran los frutales, de los que, de las 724 especies frutícolas existentes en nuestro país, 540 especies son nativas de México, entre las que se encuentran el aguacate, la papaya, guayaba, nopal-tuna, las anonas, las zapotáceas, algunas frutillas, el capulín, vides criollas, y por su puesto el tejocote, todas con importancia nutrimental y económica, y con amplia adaptación en todo México.

El tejocote se distribuye en diferentes regiones del mundo, se han descrito alrededor de 150 especies, de las cuales aproximadamente dos terceras partes se encuentran en Norteamérica y el resto en Euro-Asia.

En México el término tejocote se deriva del náhuatl texocotl que significa “fruta dura”. Se han reportado alrededor de 15 especies taxonómicas, de las cuales diez son endémicas, aunque su clasificación taxonómica aún no es clara. Se distribuyen principalmente de forma silvestre en las zonas montañosas de la Sierra Madre Oriental, Sierra Madre Occidental y de la Sierra Madre del Sur, así como en el Eje Neovolcánico, la precipitación pluvial es el principal factor ambiental que define la distribución del género en México, de acuerdo con la caracterización de variables ecoclimáticas.

El tejocote está ligado a la parte cultural de México; se utiliza en la ofrenda en la fiesta de “Todos Santos”, en diciembre para el ponche, piñatas y en el “tejocotito” (licor); se sabe que tiene altos contenidos de vitamina C y pectinas, por eso también se utilizan los frutos en forma de tés para malestares estomacales, contra la gripe y para favorecer energías al cuerpo humano ahora en diciembre; por su alto contenido de pectinas, se utiliza para mermeladas, ates y para darle cuerpo a las bebidas refresqueras.

Estamos en época de tejocotes, es preciso saborear y rescatar a esta fruta tan mexicana y con grandes ventajas y bondades; el tejocote es nuestro.

Por lo anterior, se considera al tejocote uno de los frutales nativos de México más importantes y en peligro de extinción. El doctor Raúl Nieto Ángel, especialista en fruticultura, ha dedicado parte de su vida profesional al rescate, conservación y aprovechamiento de este frutal, logrando colectar 196 genotipos de tejocote en México y resguardarlos en un Banco de Germoplasma en el Campo Experimental de la Universidad Autónoma Chapingo, en donde se han generado 20 variedades comerciales, la Norma Mexicana de calidad de la fruta en fresco, la Marca Colectiva y los estudios sobre el manejo para el cultivo en alta densidad, contenidos de pectina y compuestos orgánicos como vitamina C, aceites esenciales y compuestos de aroma y sabor, y muchas bondades que esta especie frutal posee.

Las bajas temperaturas del ambiente invitan a consumir frutos o tés de tejocote, para evitar ser atacados por una gripe; los frutos y derivados del tejocote, son una alternativa proveedora de energías para el cuerpo humano.

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