En México, la naranja es el cultivo más importante, con un poco más de la mitad de la producción total obtenida
Por: Luis Ángel López Ibarra*
La producción nacional de cítricos en México ha crecido en los últimos nueve años. Actualmente, se estima que es del orden de siete millones de toneladas anuales. La naranja es el cultivo más importante, con un poco más de la mitad de la producción total obtenida, seguido del limón mexicano, limón persa, mandarinas, tangerinas y toronjas, en ese orden.
El consumo y la producción de naranja se han incrementado. Al respecto, debe señalarse que dicha evolución se relaciona con su destino para proceso. Es decir, el crecimiento del consumo de naranja en fresco es menos dinámico que el consumo para fábrica.
México es el productor más importante del mundo de “limón mexicano”, que en realidad es una lima ácida.
En los últimos años ha aumentado moderadamente la producción y consumo nacional de esta fruta, tanto para consumo en fresco como para fruta procesada.
Por su volumen e importancia económica, el tercer cultivo significativo en México es el limón persa, que del conjunto de cítricos es el que acusa mayor crecimiento, tanto en producción como en superficie establecida.
En el caso de toronjas, en el país también se observa un aumento tanto en producción como en superficie establecida, con un mayor incremento de la fruta para proceso por sobre la fruta destinada al consumo en fresco.
La producción mundial de cítricos es del orden de 85 millones de toneladas, siendo la naranja el cítrico más importante desde el punto de vista del consumo y producción. A inicios de la presente década se utilizaba alrededor de 50 por ciento de la producción para la industria.
Sin embargo, a partir de 2006 el consumo en fresco es superior a la fruta destinada a proceso. En el caso de mandarinas, tangerinas y clementinas son frutas que se consumen preferentemente en fresco.
Desde principios de la década, cerca de 10 por ciento de la producción se destina a proceso, situación que ha variado muy poco hasta el presente, con una muy ligera disminución en los últimos años.
En toronjas, en 2000 cerca de 50 por ciento de la fruta se destinaba a proceso industrial, para 2008 únicamente 21 por ciento se destinaba a la industria.
En limas y limones ocurre la misma tendencia que en el resto de los cítricos. Esto es, de la mitad de la producción, cuyo destino era el proceso en 2000, a 2008 se destinó a este fin únicamente 25 por ciento de la fruta producida.
En conclusión, la tendencia mundial es hacia un mayor consumo de fruta fresca, sustituyendo la demanda de fruta procesada. En nuestro país, la tendencia va en sentido contrario. Es importante atender este fenómeno antes que los mercados nos dejen atrás.
* Especialista de la Dirección de Análisis Económico y Consultoría de FIRA. lalopez@correo.fira.gob.mx
Fuente: El Economista
