El funcionario fue entrevistado durante la inauguración del Programa de Desarrollo Forestal Comunitario Procymaf II y donde dio a conocer que a partir de 2003, se pudo observar que la producción total maderable del estado estaba en 10 por ciento infestada de plagas. Para 2004, las plagas se incrementaron en 15 por ciento.
“Para el 2005, ya estuvo cercano al 20 por ciento, y para el 2006, ya está por el orden del 25, 30 por ciento. Esto es, cerca de 200 mil metros cúbicos en rollo que es la producción proveniente del saneamiento, bueno, pues representa ese 25, 30 por ciento del total que se produce en el estado que son 500 mil metros cúbicos, entonces, tenemos una curva con tendencia a la alza, en la presencia de plagas y tenemos algunos brotes que cada vez se van dispersando más.”
Este problema creciente, explicó, obliga no solamente al esfuerzo de alguna dependencia, prestador de servicios técnico o alguna comunidad, sino a realizar un esfuerzo colectivo, no en vano Ulises Ruiz Ortiz se comprometió a participar con denuedo en la solución de este grave problema.
“El gobernador URO, la próxima semana, estará anunciando un programa emergente y hará un llamado a todas las dependencias y a todos los involucrados en ese asunto forestal, para que se haga una acción emergente”, y se busque algún recurso extraordinario y lo más pronto posible se pueda hacer uso de esas aportaciones económicas.
Al inquirírsele sobre las zonas en que fueron detectadas las plagas, señaló que se encontraron en la Cuenca del Papaloapan, Sierra Juárez, Sierra Sur, por el lado de la Mixteca, por la zona de Itundujia, San Miguel El Grande, de San Andrés Cabecera Nueva y cerca de Telixtlahuaca, aunque, dijo, también hay unas áreas importantes con plagas, cercanas a la ciudad de Oaxaca; en bosques de San Agustín Etla, en bosques de Nuevo Zoquiapa y en bosques de Santa Catarina Ixtepeji, y aun cuando Conafor ha trabajado con afán, no ha sido suficiente.
Explicó que la plaga se encuentra diseminada en unas 10 mil hectáreas y puede descubrirse por los manchones que deja. “Es preocupante porque son la parte alta de la cuenca, que es donde se originan los ríos que conducen hacia la parte de la Cuenca del Papaloapan, hacia el estado de Veracruz. Entonces son áreas de una alta biodiversidad, de la mejor calidad de los bosques en la Sierra Juárez y que aun cuando ya se está avanzando, no se ha logrado controlar del todo, se requiere un esfuerzo de carácter estatal y aquí, bueno, la Semarnat reconoce el esfuerzo y la atención que el gobernador ha dispuesto y que en breve estará anunciando un programa importante para este control de plagas”.
—¿Con cuántas hectáreas maderables cuenta el estado de Oaxaca?
—La superficie estatal, forestal, son 6.1 millones de hectáreas y de ahí prácticamente la mitad viene siendo de bosques de coníferas. No toda la superficie es comercial. Se estima que de bosque comercial en el estado es un poquito más de dos millones de hectáreas. Sin embargo, esto tiene que ver con los sistemas silvícolas que se practiquen en cada una de las comunidades. Alrededor de estos dos millones de hectáreas, se tiene en aprovechamiento alrededor de 200 mil hectáreas. Hay un alto potencial que no se ha venido dando manejo y que esto dependerá de programas como el que hoy se anuncia de Procymaf, que vienen a reforzar acciones para darle un mejor manejo a los bosques.
—¿Aparte del gusano de qué otras plagas estamos hablando?
—Básicamente el gusano descortezador tiene el 97 por ciento en relación a plagas y de ahí le seguirían lo que son los muérdagos, que son esas plantas parásitas que tienen un ciclo de vida alrededor de cinco años y que su manifestación más concreta es cuando vemos algunas flores de color naranja, básicamente en los pinos, y que al siguiente año o dos años siguientes, disminuyen el crecimiento, pero al sexto o séptimo año llegan a causarles la muerte. Hay algunos brotes importantes en el estado que pueden ser localizados en la región de la comunidad de San Pablo Macuiltianguis o en la zona de la comunidad de Ixtlán de Juárez. En ambos casos ya se está atendiendo y sin embargo, por el mismo crecimiento no ha sido posible controlarlo todavía.
Posteriormente señalaría que si al problema de las plagas se le dieran características de semáforo, podría hablarse del color naranja, lo que indica que es una preocupación urgente, por lo que es necesario sumar los esfuerzos de todas las dependencias y llevar a cabo una política pública de carácter estatal, como de hecho ya lo comenzó a realizar el gobernador oaxaqueño.
“La Semarnat, Conafor, Seder, las comunidades y los técnicos hemos estado haciendo nuestras tareas y sin embargo, no ha sido suficiente. Entonces, si estamos en una alerta naranja y si no ponemos atención, si no se implementa un programa emergente en el que disminuyamos esa tendencia de plagas, pues estaremos hablando de que en dos, tres años tengamos ya el semáforo en color rojo y esto puede ser muy preocupante porque la presencia de plagas va alterando los ecosistemas y va alterando la calidad de vida humana.”
Fuente: Noticias-oax
