Especialistas de la Universidad Juárez del Estado de Durango realizarán una investigación sobre la contaminación de esta hortaliza con plomo, cadmio y arsénico
TORREÓN, COAH. (MÉXICO).— El tomate y su contaminación por plomo, cadmio y arsénico son objeto de estudio en la Facultad de Agricultura y Zootecnia, de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
Dicha investigación se desarrolla bajo el nombre de “Riesgos de contaminación por metales pesados en tomate cultivado en hidroponía bajo condiciones de invernadero”, a cargo de los doctores y maestros Rafael Zúñiga Tarango, María Teresa Alarcón Herrera y María Concepción Silos Calzada, con base en la concentración de los tres metales pesados en los fertilizantes.
Se entiende que los metales son transferidos del fertilizante a la planta, cuando éste es puesto en los cultivos hidropónicos, lo que también contamina los frutos y es así como llega a las personas, y se generan los problemas de salud.
El proyecto se justificó al establecer que muchos de los fertilizantes comerciales tienen su origen en las industrias metalúrgica y petroquímica, las cuales realizan sus procesos primarios, y luego sus residuos (azufre) son aprovechados en la producción de sulfato de amino.
Luego de que el fertilizante contaminado llega a los cultivos hidropónicos, se transfieren los metales pesados de forma directa a las raíces y el resto de la planta, pues se le quita al suelo la posibilidad de retener dichos elementos.
La meta de este trabajo es establecer con cifras el riesgo de la contaminación del fruto de tomate que se está cultivando de esta manera. Aunque para ello se debe tomar en cuenta que los contaminantes presentes en los fertilizantes tienen origen en los subproductos industriales, y que este estudio en sí ya tiene un avance del 75 por ciento, hasta hace una semana.
Este avance se ha obtenido con el trabajo realizado en los invernaderos de una empresa particular, Almerimex, la cual se dedica al cultivo de tomate, producto al que se le han aplicado los tres elementos (plomo, cadmio y arsénico).
La aplicación de estos metales se ha hecho en etapas y por separado a través de una solución nutritiva, por lo que existe un experimento particular para cada uno de los metales pesados.
Fuente: Milenio Torreón
