El cultivo de limón persa mexicano entró a los circuitos comerciales apenas en la década de los noventa y hoy tiene grandes posibilidades de consolidarse en mercados internacionales, sobre todo de países como Estados Unidos, Francia, Suiza, Reino Unido, España, Holanda y Japón.
Este cítrico se distingue por su sabor semidulce, un mayor tamaño y la ausencia de semilla, características que lo hacen más atractivo para el consumidor final y la agroindustria.
Su cultivo se realiza principalmente en la costa del Golfo de México –en Veracruz, Tabasco y Yucatán–, región que contribuye con el 30 por ciento de la producción nacional.
Con base en un análisis financiero de la Fundación Mexicana para la Investigación Agropecuaria y Forestal (Fumiaf), la superficie mínima requerida para incursionar al negocio del limón persa es de 50 hectáreas, con una inversión total de nueve millones 523,622 pesos.
La tasa interna de retorno es de 29.58 por ciento, con un flujo a partir del segundo año y el horizonte del proyecto es de 71 años.
El organismo resalta que Estados Unidos es el mercado más relevante para nuestro país, ya que México es su principal proveedor, con 76.1 por ciento de las importaciones de aquella nación.
El mercado europeo es una oportunidad para el desarrollo y diversificación de las exportaciones de limón persa. En tanto, el mercado asiático tiene un buen potencial, ya que 98.2 por ciento de la demanda de limón de Japón la surte nuestro país.
Los principales proveedores de limón persa a la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Japón, son México y Brasil con más del 75 por ciento del mercado extracomunitario, seguidos por Venezuela, El Salvador, República Dominicana y Guatemala.
En octubre del año pasado la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Alimentación (Sagarpa) anunció que los productores mexicanos exportarían seis toneladas de limón persa a siete países –Francia, Suiza, Reino Unido, España y Holanda, Estados Unidos y Japón–, con lo cual se beneficiarán más de 100 productores y que ya cuentan con el sello México Calidad Suprema (MCS).
Este certificado ofrece a los consumidores nacionales e internacionales, el cumplimiento de buenas prácticas agrícolas y de manufactura, según las autoridades de la dependencia.
Generador de divisas y empleo
Analistas privados señalan que aun cuando el cultivo de este producto es de reciente introducción al país, ha presentado un crecimiento muy dinámico en la última década, debido a la gran demanda que tiene en el mercado estadounidense, principalmente porque sus regiones productoras tradicionales, Florida y California, fueron afectadas por graves problemas climatológicos que frenaron su producción.
Este cítrico –señalan– tiene un enorme potencial de crecimiento del producto y en su aporte en materia de divisas y de empleos.
En México, el principal productor de limón persa es el estado de Veracruz que concentra alrededor del 70 por ciento de la superficie total destinada al cultivo y el 64 por ciento de la producción. Los rendimientos en la entidad van de 8.86 a 15.78 ton/ha.
Otros estados productores son Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Jalisco, Yucatán, Morelos, Tamaulipas, Estado de México, Colima y Michoacán.
En 2004 la producción de limón fue de un millón 164,370 toneladas, en una superficie cultivada de 145,431 hectáreas.
