México es un importante productor de tuna y nopal en el mundo, sin embargo aún no ha logrado consolidar su producción y la venta de estos productos, que se cultivan en diversos estados.
Según los especialistas, este mercado tiene grandes posibilidades de expansión, sobre todo por los beneficios a la salud que trae consigo el consumo de nopalito y tuna.
México es el mayor productor de tuna del mundo, con una superficie de 72,500 hectáreas (has). Cuenta con diversas variedades, roja, morada, anaranjada, rosa, pero 95 por ciento de su producción es blanca.
En el mercado internacional existe mayor demanda de tunas de colores. Esto explica que otros países con menores superficies comercialicen mayores volúmenes. Por ejemplo, Italia, con apenas 2,500 has, exporta más que México y a un mayor número de países; Chile, con 1,000 has, vende a más mercados; Israel, con 300 has, exporta a más naciones, y Sudáfrica, con 1,500 has, coloca su producto en más países.
Claudio Flores Valdez, coordinador del Programa Nopal del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (CIESTAAM), anota que México necesita introducir nuevas variedades de tuna en el campo las cuales desde tiempo atrás fueron seleccionadas por los investigadores para poder concurrir y ser líder en el mercado internacional de la tuna, donde se ha quedado rezagado.
El mercado de la tuna está abierto. Europa consume la que producen Sicilia, Italia e Israel; Estados Unidos, la de México y en ocasiones la italiana; en invierno, Chile, un poco Argentina y un volumen considerable Sudáfrica, envían su producción a los países del hemisferio norte.
Los estados mexicanos que cultivan tuna son Puebla, Estado de México, Hidalgo, San Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, que juntos concentran 85 por ciento del volumen total de producción.
Nopalito
En nopalito de México es el líder en el mercado internacional, con una superficie de 10,500 has. El otro productor es Estados Unidos con apenas unas 200 has.
El mercado nopalero es muy pequeño, ya que es una hortaliza étnica que sólo se utiliza en la cocina mexicana. Del río Suchiate para abajo y del Río Bravo para arriba, sólo se consume en grupos de origen mexicano, quienes demandan los mayores volúmenes.
Claudio Flores considera que la posibilidad de desarrollo del nopalito está en apoyarse en los beneficios que representa para la salud, como el abatimiento de azúcar en la sangre y de colesterol, de manera que existe la posibilidad de expandir el mercado.
La zona nopalera se concentra en Milpa Alta, pero se ha extendido hacia otras entidades como Jalisco, Estado de México y Morelos, que tienen superficies importantes y con sistemas de riego o zonas libres de heladas, por lo que producen en invierno cuando escasea el nopalito en la principal zona productora.
De nopal se producen casi 570 mil toneladas y no se exportan más de 10 mil toneladas al año. El promedio de producción por hectárea es de 60 toneladas y se exportan cerca de 20 mil toneladas.
Afrontar problemas
Ante los problemas recurrentes para comercializar la tuna y el nopal, uno de los esquemas a los que se ha recurrido es correr la época de cosecha, es decir, recolectar cuando el rendimiento es bajo; otro es elaborar productos procesados.
Claudio Flores considera que hace falta coordinación entre investigadores, funcionarios de los go-biernos estatales y federales, así como productores. Si alguna de estas tres patas falla, se cae la mesa. También se necesita trabajo prolongado.
La mayoría de las personas dedicadas al cultivo de tuna y nopal son pequeños ejidatarios o comuneros, aunque hay algunos pequeños productores.
El especialista recomienda que quienes deseen incursionar en este negocio deben ponerse en contacto con los investigadores de tuna o nopalito en su estado, que trabajen en universidades o instituciones que conocen estos cultivos.
Compártelo
