Dentro de los cultivos básicos, el maíz es el más afectado por el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), el cual tiene fuerte presencia en zonas de clima tropical y caliente.
La plaga se encuentra en estados como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Yucatán, Jalisco y Sinaloa.
De acuerdo con especialistas, los daños más severos se presentan en la fase vegetativa inicial del desarrollo de la planta, 30 días después de la siembra y en plantas menores de 40 centímetros, ocasionando pérdidas que van del 30 al 65 por ciento en el rendimiento.
Las palomillas ovipositan en las hojas, cubren sus huevos con escamas y luego nacen las larvas, que se caracterizan por su canibalismo, por lo que éstas migran hacia otras plantas porque si no se comen entre sí. De esta forma se dispersa y en una planta se puede tener de una a tres larvas, lo cual se considera una infestación grave.
Para controlar el gusano cogollero lo más común es hacer uso de insecticidas en polvo y granulados, que se aplican al cogollo de la planta. Una de las sustancias utilizadas es clorpirifos etil, que penetra en el producto y mata a la larva.
Un problema es que muchos productores realizan el control cuando el insecto ha destruido casi por completo el cultivo y en ocasiones cuando la plaga no ha rebasado el umbral económico.
El daño ocasionado por esta plaga es muy puntual en plantas jóvenes y cuando empiezan las primeras lluvias se acaba el problema.
En Culiacán, Sinaloa, hay zonas hasta con 70 u 80 por ciento de plantas con cogollero. Hace un par de años en La Ciénega, Jalisco, donde el gusano cogollero tiene fuerte presencia por las condiciones de alta temperatura, en vez de alimentarse del cogollo del maíz, la plaga barrenó la base del cultivo y provocó un daño muy fuerte en esa región del estado.
Plaga ciega
Entre las plagas del suelo o rizófagas –donde se incluyen gusanos alfilerillos o gusanos de alambre–, la más importante es la que se conoce como gallina ciega, que son las larvas o gusanos de diferentes especies de escarabajos de los géneros Phyllophaga, Cyclocephala y Anomala, entre otros.
La gallina ciega afecta principalmente maíz y sorgo, aunque se puede extender a otros cultivos hortícolas y malezas.
Se les puede identificar fácilmente, son los insectos color café que revolotean cerca de las lámparas durante las primeras lluvias y reciben los nombres de mayates, pipiolas o zumbas.
Las hembras ovipositan en el suelo en época de lluvias, donde se desarrolla la larva, son gusanos gordos, color blanco y cabeza café. El ciclo completo de esta plaga se extiende por uno a dos años, según la especie.
La larva es curva, blanca, con patas bien desarrolladas y mandíbulas poderosas que se alimenta de las raíces hasta terminar su desarrollo. Cuando termina la cosecha y la temperatura y humedad descienden, las larvas se entierran a una profundidad de hasta un centímetro para continuar su ciclo, crean una pupa en una celda de tierra en el suelo, en espera de las próximas lluvias, cuando surge convertida en escarabajo adulto para aparearse y ovipositar.
Cuando detectan los químicos emitidos por las raíces del maíz, sorgo, tomate se alimentan de éstas, lo que ocasiona la muerte de plántulas o marchitez de las plantas.
Según información de Bayer, los daños más fuertes son por muerte de plantas pequeñas, crecimiento raquítico de las plantas sobrevivientes, derribo por el viento a causa de la pérdida de raíces de anclaje. Las mermas en el rendimiento pueden ser de hasta más de una tonelada por hectárea de grano.
En regiones de Puebla y Jalisco la gallina ciega causa pérdidas importantes en su economia.
En zonas donde se tienen antecedentes de su presencia al momento de la siembra aplican en el suelo un insecticida granulado, que protege la semilla y parte del desarrollo de la planta. Hay productos como clorpirifos etil que se aplican con mangueras en el fondo del surco. Es un microencapsulado y de liberación prolongada.
El problema de la mayoría de productos para gallina ciega como Furadan, es su toxicidad. El clorpirifos etil es menos dañino porque viene encapsulado y se clasifica en categoría verde.
Hay productos biológicos que comercializan o producen comités estatales, como bauveria bassiana, que se produce en arroz común y se aplica como insecticida convencional. Es un método de bajo impacto al medio ambiente.
Plagas del frijol
La principal plaga que ataca al cultivo del frijol es el Picudo del ejote (Apion godmani).
Los adultos ponen sus huevos y la larva se alimenta del grano.
En zonas de Zacatecas, principal productor de frijol en el país, los daños económicos son cuantiosos.
Hay otra plaga que se presenta con menor abundancia como conchuela o tortuguilla (Epilachna varivestis). Llega con las primeras lluvias, se refugia en zonas altas, como los cerros, y baja a los cultivos, se alimenta de las hojas, y solo las venitas quedan intactas. A veces se presenta en densidades muy altas y afecta el rendimiento del grano.
Para su control se emplean diversos agroquímicos.
