La producción de cebollas de alta calidad implica que los productores realicen los cuidados necesarios que van desde el cultivo, fertilización y control de plagas, hasta un adecuado almacenamiento. Los factores climatológicos, temperatura, humedad, son también fundamentales para obtener una buena cosecha.
En Estados Unidos los principales productores de cebollas son Texas, Nueva Jersey, California y Nuevo México. Las condiciones más favorables se encuentran en Idaho y el este de Oregón, debido a las características de su tierra, clima, así como las abundantes fuentes de agua. El rico suelo volcánico de los campos de este lugar, aunado a sus días cálidos y noches frescas, permiten la producción de cebollas de gran tamaño y diferentes colores.
Asimismo, cerca de 90 por ciento de las cosechas de Idaho y el este de Oregón corresponde a cebolla amarilla, 6 por ciento a la roja y 4 por ciento blanca, de acuerdo con información proporcionada por el Idaho-Eastern Oregon Onion Committee.
La clave en estas tierras, donde se cultiva cebolla desde 1910, para obtener un producto de alta calidad, es la experiencia de sus agricultores –muchos de ellos son de tercera generación–, así como el empleo de técnicas de siembra y fertilizantes de precisión, junto con sistemas sofisticados de riego de surco y goteo.
Los productores cuentan con el apoyo de la Universidad Estatal de Oregón para el control de plagas y un servicio a través de Internet para comunicarse en caso de que se presente cualquier problema, al cual se le encuentra solución prácticamente en forma inmediata.
Este centro de estudios tiene un grupo de profesionales que brindan servicio social y apoyan a los agricultores en asesoría técnica sin costo alguno.
La zona donde se produce este cultivo es la más grande de Estados Unidos y abastece cerca de 45 por ciento de las cebollas blancas, entre los meses de marzo y agosto.
La cosecha comienza a mediados de agosto y se prolonga hasta octubre.
Almacenamiento
Para lograr una buena conservación del producto en las instalaciones de almacenamiento se brinda a la cebolla un tratamiento que posibilite proveer una circulación de aire apropiada. Es muy importante mantenerla siempre bien seca para lograr óptimas condiciones en su almacenamiento en el largo plazo.
Los especialistas recomiendan a los agricultores que tan pronto se reciban las cebollas deben colocarlas debajo de ventiladores de alta potencia para mantenerlas secas y frescas.
El producto debe ubicarse a 30 centímetros de las paredes y de otras plataformas de carga para que el aire circule libremente. La temperatura recomendada es de entre 34 y 45 grados, con una humedad relativa de 65 a 70 por ciento.
Asimismo se deben usar bolsas de malla, no de plástico, porque este material impide la circulación del aire.
La humedad es una condición ambiental que causa que la cebolla se deteriore rápidamente, por lo que no debe almacenarse con otros productos que contengan humedad, como las papas.
Tal es el nivel de tecnificación en la región, que en su planta utilizan incluso máquinas de rayos X para detectar alguna enfermedad en la cebolla. Otros instrumentos permiten separar peso y tamaño, con una precisión insuperable.
En general las variedades de primavera y verano son de sabor más suave, se usan con mayor frecuencia como cebollas francas, tienen una mayor producción de agua sólida y son más suaves que las de almacenamiento, por lo que su tiempo de conservación es menor. También tienen pieles más delgadas y producen menor rendimiento en campo.
Las cebollas de almacenamiento están disponibles desde agosto hasta marzo. Se producen principalmente en Idaho y el este de Oregón, Washington y Colorado. Las españolas son las principales cebollas de almacenamiento. Éstas tienen un sabor más suave, mayor proporción de sólido a líquido, dándole un mayor cuerpo y creando mayor firmeza. La característica de su piel ayuda a extender su vida útil. Además produce mayores cosechas en el campo.
Control de calidad
El control de calidad es un proceso fundamental para garantizar que el producto es de primera y cumple con las características demandadas por los consumidores.
Por ello en Idaho y el este de Oregón la producción de cebolla se somete al programa de control de calidad supervisado por el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés), lo cual ayuda a mejorar la percepción del productor y aumentar la demanda por medio de la promoción.
Los agricultores también gozan de los beneficios de la investigación para mejorar las variedades de cebolla, aumentar su tamaño y estimular una más larga vida en almacén.
La orden federal de comercialización número 158 del Idaho-Eastern Oregón Onion Committee otorga un sello de calidad.
Las plantas productivas de esta región cuentan con un inspector, con el fin de asegurar que se cumpla con los estándares de calidad. Los productores de este lugar son líderes de la industria porque cuidan todo su proceso productivo y permiten una rigurosa inspección de terceros.
