Agroindustria

El Ramadán impulsa el consumo de alimentos “halal”

Los musulmanes han comenzado el Ramadán, en un mes en el que, entre otros preceptos, no pueden ingerir alimentos ni bebida desde el alba hasta la puesta del sol

comida-halalMadrid.— Los musulmanes han comenzado el Ramadán, en un mes en el que, entre otros preceptos, no pueden ingerir alimentos ni bebida desde el alba hasta la puesta del sol; casi dos millones de personas en España lo cumplen, de ahí que la demanda de productos “halal” suba ligeramente.

La directora del Instituto Halal, Isabel Romero, así lo apunta en declaraciones a Efeagro, tras detallar que el repunte de alimentos con certificado “halal” se produce básicamente en los días previos al inicio del Ramadán y al final de su celebración.

Ligero aumento de la demanda

La demanda crece principalmente en productos como el cordero, los dátiles, la leche, los zumos y la sopa “harira” —rica en proteínas—, que sirven para romper el ayuno.

Según Romero, los musulmanes que viven en ciudades medias normalmente no suelen tener problemas para encontrar carnicerías “halal” —en las que además distribuyen otros tipos de alimentos con dicho certificado—, aunque a su juicio “no hay mucha variedad”.

Para los musulmanes que viven en zonas rurales del país, la solución más recurrente es acudir a las ciudades más próximas en los días previos al inicio del Ramadán para adquirir los alimentos necesarios y congelarlos.

El presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary, resalta que la certificación “halal” está “muy regulada”, por lo que “no hay ningún problema” para adquirir estos alimentos.

En cuanto al consumo durante el Ramadán, coincide en señalar que no es mucho mayor respecto al resto del año.

No hay normas fijas para romper el ayuno diario, ya que depende del origen de cada familia, asegura, aunque recuerda que hay “algunos clásicos” como la sopa “harira” o los dátiles que se repiten en los hogares que lo cumplen.

Además del consumo, Tatary recalca el significado de este mes en el que “se comparte con los demás”; por ejemplo, según apunta, en la Mezquita Central de Madrid se ha organizado para cada día de Ramadán una comida para unas 150 personas “que no tienen familiares aquí”.

Tatary cree que este año, al establecerse dicho periodo fuera de las fechas vacacionales, serán mayoría los musulmanes que lo pasen en sus lugares de residencia, con sus familias, mientras que “los jubilados o los que no tienen trabajo” pueden decidir pasarlo en sus países de origen.

En su opinión, en general el ayuno “no afecta al trabajo”, aunque desde la CIE se han dirigido a algunos empresarios para que “flexibilicen” las jornadas de trabajo de los empleados en el campo, para que comiencen sus tareas “lo antes posible” y evitar los efectos del calor.

Fuente: EFEAGRO

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