Agroindustria

¿Se puede elegir el sexo de las plantas?

Las flores femeninas del lúpulo contienen importantes productos aromatizantes, conservantes y colorantes naturales que son esenciales en el proceso de fermentación de la cerveza. Para los cultivadores de lúpulo eso significa esperar por lo menos 3 años de crecimiento de la planta, para poder distinguir las masculinas de las femeninas.

Un equipo internacional de científicos, en el que participan miembros del Imperial College at Wye de Kent, Inglaterra, está estudiando la genética y la biología molecular que determinan el sexo de las plantas dioicas, es decir, aquellas en las que los órganos masculinos están separados de los femeninos. Se trata de conocer desde las primeras fases de su desarrollo el sexo de las plantas comerciales como el lúpulo.

Otras plantas de este tipo son los espárragos, las palmeras datileras, el pistache, el cáñamo y la papaya. Otra planta de ciclo más corto es el kiwi, del que sería muy importante para los agricultores conocer su sexo inmediatamente.

La doctora Helen Shephard, del instituto de biología molecular y desarrollo botánico de Wye, ha estudiado durante 5 años diversos sistemas para determinar el sexo de las plantas. La mayoría de estos trabajos se realiza en colaboración con el departamento de investigación del lúpulo de Horticulture Research International (HRI). En concreto, se pretende descubrir los genes responsables del sexo de las plantas para obtener plantas clónicas que faciliten la tarea de las empresas cerveceras.

Aunque para llegar a resultados de aplicación práctica, todavía falta investigar mucho, los científicos de Wye esperan encontrar atajos en su investigación en beneficio de los agricultores y ganaderos.

Plantillas para obtener mejores plantas

Equipos de botánicos de todo el mundo han anunciado recientemente la secuencia del mapa genético de una “mala hierba” muy abundante, la Arabidopsis thaliana, pariente de la mostaza. Lejos de parecer un hecho insignificante, esto puede significar para la agricultura lo mismo que la secuencia del genoma humano para la medicina.

Desde hace 10 años, los científicos eligieron esta planta como modelo experimental. Es una especie pequeña, de ciclo vital corto, prolífica y por tanto económica. La publicación del genoma completo de esta planta, de aproximadamente unos 25,000 genes, es uno de los grandes hitos de la ciencia moderna.

En el Reino Unido, 6 grupos de investigación trabajan para establecer los genomas de la cebada, la col, el mijo, la papa y algunas plantas utilizadas como forraje. Todos estos grupos intercambian información, porque al parecer, las plantas podrían tener genomas muy semejantes.

El conocimiento del genoma de la Arabidopsis, se podrá utilizar para obtener marcadores de ciertas plantas utilizadas en la alimentación humana o del ganado, la obtención de transgénicos más seguros, así como mejores resultados en la obtención de plantas más nutritivas.

Kits para detectar enfermedades de las plantas

Los agricultores, botánicos y especialistas en sanidad ya pueden detectar con gran precisión la presencia o ausencia de elementos patógenos, gracias a una novedosa serie de sistemas detectores.

Estos kits son muy fáciles de usar. Se trata de un sistema barato, rápido y fiable que detecta enfermedades víricas y bacterianas, sin tener que enviar las plantas a los laboratorios. HRI va a ampliar el campo de la aplicación de sus kits, ya que se puede utilizar para detectar unos 20 elementos patógenos.

El kit llamado DeTechtor ha sido desarrollado por los investigadores Nigel Lyons y Michael Clark de HRI. Se presenta en dos versiones, LF y SA. El LF contiene más pruebas y es especialmente adecuado para viveros e instalaciones donde se deban realizar pruebas a gran escala; mientras que la serie SA tiene menos pruebas y su operación es un poco más compleja.

Algunos de los microorganismos que puede detectar son el virus de la viruela en las ciruelas, algunas bacterias en el tomate, col y papa como la enfermedad de Ralston causa de importantes pérdidas económicas en todo el mundo tanto en plantaciones de papa como de tomate, pimiento, plátano y tabaco.

Un proyecto exclusivo con una misión global

El banco de semillas Millennium Seed Bank británico tiene como objetivo crear el más importante almacenamiento de semillas de todas las plantas que están en peligro de extinción en todo el mundo, además de ser un centro de exposición, enseñanza e investigación científica.

El nuevo edificio está proyectado para consumir la mínima energía posible y ofrecer el entorno más adecuado para la conservación de semillas en la zona denominada “el bunker”, una bóveda subterránea de 1,100 metros cuadrados, cuenta con 3 cámaras frías de 45 metros cuadrados cada una y espacio por si fuera necesario ampliarlas. Con una temperatura de –20°C, cada una de las cámaras, almacena las semillas de las plantas en peligro de extinción.

La zona de exposiciones está situada entre los laboratorios y los visitantes podrán observar el trabajo de los científicos a través de paredes de cristal. Entre los objetos exhibidos está el llamado muro de las semillas, que representa la diversidad de especies que se almacenan en el edificio.

Estas instalaciones cuentan con pantallas interactivas que permiten al visitante hacer un recorrido virtual por el almacén, así como formarse una idea de cómo los científicos preparan las semillas para su almacenamiento a largo plazo.

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