Agroindustria

Valeriana mexicana planta que vale

La valeriana mexicana es una de las plantas medicinales de mayor demanda y consumo dentro de la herboristería y la industria farmacéutica. Su valor medicinal radica en la raíz, con la que se elaboran tés, jarabes, tabletas y cápsulas que ayudan en problemas como el insomnio, nervios, depresión y tumores, entre otras enfermedades, gracias a su efecto calmante, relajante, que induce al sueño.

Valeriana mexicana (valeriana edulis ssp procera) también conocida como raíz del gato, es apreciada por su alto contenido de valepotriatos –sustancia que al entrar en el sistema nervioso produce los efectos relajantes– contiene 8 por ciento comparada con 0.5 por ciento de la valeriana europea (valeriana afficinalis).

La raíz del gato es una de las especies silvestres más recolectadas en las zonas templadas del Valle de México; Milpa Alta y Xochimilco, principalmente. Durante los años ochenta fue extraída de manera desmedida por empresas europeas, que realizaron investigación sobre ella y mantienen la información restringida, asegura Andrés Fierro Álvarez.

El profesor del Departamento de Producción Agrícola y Animal de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco (UAM-X) agrega que las empresas farmacéuticas tienen que importar la valeriana europea para satisfacer la demanda de nuestro país, debido a la dificultad que existe de encontrarla en forma silvestre.

La institución cuenta con un predio agrícola, denominado Las Ánimas, donde se cultivan de manera experimental algunas de las plantas medicinales más comerciales, entre ellas la valeriana mexicana, de la cual se pueden obtener de dos a tres kilos de raíz por planta y reducir el tiempo de cosecha.

La muestra inicial de semilla se recolectó en Milpa Alta, donde se efectuaron las últimas colectas de herbarios de esta planta. Presenta un bajo poder germinativo, ya que sólo 6 por ciento tiene posibilidades de germinar, incluso existen años en las que no brota ninguna.

La valeriana está sembrada en macetas de polietileno negro de alta resistencia, con medidas de 40 por 45 centímetros, debido a que si se cultiva en suelo es muy difícil la extracción de la raíz. Las macetas están distribuidas en 15 metros de largo y separadas por un pasillo de un metro de ancho, por cada metro cuadrado hay cuatro de ellas.

El sustrato utilizado en cada una es una mezcla de tezontle, estiércol con fermentación mínima de un año y hojarasca de encino molida o en su defecto una composta hecha con yerbas, hojas o rastrojos secos y triturados.

El investigador Andrés Fierro, quien encabeza el proyecto, explica que la planta de valeriana mexicana se desarrolla mejor a la sombra de árboles, como pino, encino y oyamel. Cuando la planta crece de manera silvestre, presenta hojas pequeñas, pero en este cultivo se advierte que la hoja tiene un crecimiento mayor, de tal forma que se parece a una hoja de acelga.

La planta no requiere grandes cantidades de agua, pues la raíz se encarga de almacenar cierta cantidad, pero en la época que no llueve debe aplicársele como mínimo un riego mensual. Las fertilizaciones se dan de forma mineralizada en el agua de riego y se aplican en dos etapas; la primera se hace con nitrógeno y la segunda con fósforo antes de que comience a florear, para que la raíz obtenga un mayor tamaño.

Para tener una hectárea de valeriana se requieren aproximadamente 40 mil plantas, si de cada planta madre se obtienen 10 hijuelos, se necesitarían cuatro mil plantas madre para poder plantar esa hectárea. La valeriana no es una planta delicada, si no se riega se secan sus hojas pero la raíz persiste y cuando se le aplica agua brota nuevamente, tolera el frío y casi no presenta enfermedades, asevera el investigador.

Raíz que cura

Cuando la raíz de aspecto leñoso cumple su ciclo, es arrancada de la maceta y pasa por un proceso de deshidratación o secado –90 por ciento de la raíz es agua– el cual puede hacerse con máquinas de aire forzado o de manera manual con movimientos constantes para permitir la pérdida de agua, proceso que dura un mes.

Por temporal la raíz sólo podría cosecharse cada dos años, pero se puede disminuir ese tiempo mediante la propagación por hijuelos. “Si partimos de semilla y generamos nuestras propias plantas madre a los seis meses se cosechan hijuelos y con ello se reduce el tiempo a un año seis meses para la primera cosecha y en los ciclos subsecuentes a un año”, afirma Andrés Fierro.

Este tiempo es señalado como ideal para que el tubérculo alcance el tamaño y la maduración necesaria para que las sustancias curativas estén en su punto.

La producción de valeriana mexicana puede ser un cultivo redituable ya que en una pequeña área se pueden producir varios kilogramos de raíz. Sin embargo, no podría ser considerado como el sustento de un productor pues éste obtendría un remanente económico sólo una vez al año.

En la actualidad no existe en México una superficie cultivada de valeriana mexicana, pero hay personas interesadas en obtener la plántula de esta raíz para su producción.

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