Análisis

Agricultura urbana: en la búsqueda de sistemas alimentarios sostenibles y equitativos

Autoridades federales y municipales de varios países analizaron el rol que puede cumplir la agricultura urbana en la alimentación de la población en las ciudades

RÍO DE JANEIRO.— El rol que puede cumplir la agricultura urbana en la alimentación de la población en las ciudades fue debatido en un encuentro realizado en el marco del V Foro Urbano Mundial.

Este encuentro paralelo, llamado Ciudades, agricultura y alimentos: hacia sistemas alimentarios urbanos sustentables y equitativos, fue promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) junto al Ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría Nacional de Seguridad Alimentaria de Brasil, el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, la Fundación RUAF y el Banco Mundial, y tuvo como objetivo dar visibilidad a las acciones desarrolladas en esta temática a escala mundial, con mención especial a América Latina y el Caribe.

“Este encuentro brindó una oportunidad a las autoridades nacionales y municipales de conocer los criterios tecnológicos y socioeconómicos de sostenibilidad necesarios para construir políticas públicas de agricultura urbana a favor de la seguridad alimentaria”, señaló Juan Izquierdo, ex oficial de Producción Vegetal de la FAO y actualmente consultor de la organización.

En el encuentro se analizó el efecto que ha tenido la crisis económica y de alimentos en la seguridad alimentaria de los pobres urbanos. Sobre dicho tema, Dan Hoornweg, del Banco Mundial, habló del papel que juega la agricultura urbana para la superación de la pobreza, especialmente fortaleciendo la disponibilidad de alimentos en tiempos de crisis.

Esa idea fue apoyada por Gordon Prain, de la Fundación RUAF, quien destacó que la crisis global aumentó la necesidad de los consumidores por conseguir alimentos más baratos y de buena calidad.

En este encuentro también se analizaron los efectos de la urbanización en las áreas rurales circundantes a las ciudades, y la amplia experiencia acumulada por proyectos de la FAO en países de la región.

La reunión contó con la presencia de autoridades claves involucradas en los proyectos implementados en Bolivia, Argentina y Colombia. Brasil también compartió su experiencia con la agricultura urbana durante las sesiones del encuentro: Crispim Moreira, secretario de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social de Brasil, señaló que en ese país se considera la agricultura urbana como una fuente de alimentos frescos, la cual está siendo vinculada con los centros de alimentación escolar y comunitaria.

Enfrentando el cambio climático y la crisis económica

La agricultura urbana y periurbana es una tendencia que ha adquirido fuerza en los últimos años, y que puede jugar un papel clave en la seguridad alimentaria de nuestra región, la más urbanizada del planeta.

“La agricultura urbana y periurbana puede aumentar la seguridad alimentaria, generar ingresos para los pobres urbanos y fortalecer las relaciones urbano-rurales, además de potenciar las áreas verdes y permitir una mayor adaptación al cambio climático”, señaló Izquierdo.

Florence Egal, oficial de Nutrición de la FAO, destacó la necesidad de fortalecer los sistemas agroalimentarios urbanos para que sean más racionales y resilientes, y los beneficios de fortalecer la agricultura urbana y periurbana como proveedora de alimentos frescos, trabajo e ingresos para pequeños productores.

Izquierdo también destacó que este tipo de emprendimientos estimulan la reutilización de desechos orgánicos urbanos y la intensificación sostenible de la producción de alimentos, al volver disponibles alimentos frescos a las poblaciones sin aumentar los gastos de transporte, refrigeración y almacenamiento.

La agricultura urbana florece en la región

En Cuba, los organopónicos urbanos cubren aproximadamente 30 mil hectáreas que producen más de tres millones de toneladas de verdura fresca al año. En El Alto, Bolivia, los microhuertos familiares benefician a más de 500 familias pobres urbanas que viven cerca de los cuatro mil metros, aprovechando el uso de tecnologías apropiadas como las carpas solares.

En Bogotá, Medellín y Cartagena, en Colombia, los gobiernos y la cooperación internacional han capacitado a más de 50 mil personas para instalar huertas en diversos espacios urbanos que incluyen terrazas, azoteas y patios traseros. Se estima que las familias involucradas ahorran 1.3 dólares al día por la siembra de alimentos. En el Departamento de Antioquia se vienen produciendo en siete mil 500 huertas familiares urbanas y periurbanas, más de 18 especies de hortalizas, frutas y condimentos, en un programa que espera alcanzar las 23 mil huertas en tres años.

En Curitiba, Brasil, unos ocho mil agricultores urbanos y seis mil escolares cultivan alimentos en mil 280 huertas que ocupan más de 200 hectáreas de suelos urbanos en los que logran producir más de cuatro mil 100 toneladas de alimentos. En Belo Horizonte, se ha integrado la AUP en su política de seguridad alimentaria y en el ordenamiento territorial y uso del suelo urbano.

En Quito, Ecuador, AGRUPAR promueve actividades hortícolas y de producción de animales involucrando más de 520 huertas demostrativas, familiares y escolares y más de cien emprendimientos para la producción de aves, conejos, cuyes y peces. En Moreno, Argentina, el programa municipal de AUP ha implementado cuatro mil 860 huertas familiares y 29 huertas comunitarias beneficiando a más de cinco mil 200 personas.

Fuente: Diario Crítico de México

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