Análisis

Alimentos para el futuro

Desarrollados por un consorcio internacional de investigación financiado con fondos europeos

El aumento de la población mundial, el cambio climático, la degradación del medio ambiente y una demanda creciente de proteínas de origen vegetal son tendencias enfrentadas y problemáticas. El Programa de Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 financia el consorcio internacional de investigación Protein2Food, dedicado a desarrollar alimentos innovadores, eficientes en cuanto a recursos y nutritivos a partir de proteaginosas “nuevas”.

La producción de carne consume una enorme cantidad de energía y supone cerca del 15 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Según expertos en la materia, nuestro apetito por la carne no es sostenible si sigue aumentando la población mundial. Por suerte, si bien la carne es una fuente de proteínas excelente, no es la única. Para aumentar las opciones al alcance de los consumidores europeos, el proyecto financiado por la Unión Europea Protein2Food desarrolla productos nuevos a partir de cultivos de alta calidad y ricos en proteínas que resultan nutritivos y tienen una huella de carbono relativamente pequeña.

La singularidad de esta colaboración internacional es que aborda la cadena de valor alimenticia al completo, esto es, la optimización de los cultivos, el desarrollo de nuevos ingredientes proteínicos prototipos de alimentos con los que ejecutar estudios de aceptación. El proyecto también evalúa si los productos nuevos desarrollados son más sostenibles que sus alternativas convencionales. Además, estudia intervenciones políticas eficaces y crea innovación social pues reúne a todos los agentes interesados de la cadena de valor alimentaria (criadores, procesadores, fabricantes y vendedores), los forma y garantiza la evolución de la cadena de suministro. Según el coordinador del proyecto, Sven-Erik Jacobsen de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, el objetivo del mismo es producir alimentos proteínicos sostenibles y tan atractivos como para que los consumidores opten por ellos antes que por las alternativas de origen animal.

Cultivos versátiles y tesoros olvidados
El proyecto Protein2Food estudia varios vegetales con gran cantidad de proteínas o una enorme calidad de las mismas. Algunos de los cultivos proteínicos investigados, como la quinua y el amaranto, proceden de la región andina de Sudamérica. Por ejemplo, el socio de Protein2Food, la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM, Perú) colaboró con el afamado chef peruano Flavio Solórzano para desarrollar productos nuevos y sorprendentes a partir de estos alimentos andinos. Su trabajo dio lugar a 55 platos innovadores basados en la quinua como sustitutos de los lácteos, refrescos, entrantes, ensaladas, platos principales, panes y postres. La enorme gama de platos se creó gracias a que cada variedad de quinua posee una composición química distinta, lo que hace que cada una sea especialmente idónea para un tipo de plato.

Los investigadores del proyecto Protein2Food también trabajan para adaptar estos vegetales andinos a los climas europeos y aumentar la cantidad y la calidad de las proteínas que contienen. De este modo se contribuye a la adaptación al cambio climático y a las condiciones meteorológicas extremas en todo el planeta. Asimismo, se están investigando métodos mejorados para extraer las proteínas de estos cultivos a fin de crear nuevos ingredientes ricos en proteínas para su posterior procesamiento. Por ejemplo, el socio de Protein2Food Prolupin, una empresa (pyme) alemana, transforma una leguminosa tradicional como los altramuces en compuestos altos en proteínas que pueden utilizarse en la producción de mayonesas o helados vegetales.

En el proyecto se investigan por último cultivos europeos ancestrales como alforfones, lentejas, habas y garbanzos que se han plantado, procesado y estudiado para comprobar su funcionalidad como ingredientes alimentarios. A partir de estas fuentes de proteína vegetal, los investigadores de Protein2Food crearon sustitutos de la carne como hamburguesas, una “pechuga de pollo” vegetal y diversos patés. A partir de los nuevos ingredientes ricos en proteínas se idearon alimentos como pasta, bebidas vegetales, cereales sanos para el desayuno y alimentos infantiles.

En pos de un mundo sostenible
Según los investigadores, el proyecto no trata de convencer a nadie de que se pase al vegetarianismo, sino de fomentar y ofrecer a los consumidores alternativas adicionales que precisen menos recursos y reduzcan por tanto la cantidad de carne consumida. El coordinador del proyecto, Sven-Erik Jacobsen, añade:

“Si logramos que la sociedad sea un poco más vegetariana o flexitariana [que sigue una dieta por lo general vegetariana pero que en ocasiones incluye pescado o carne] habremos logrado mucho.”

Un futuro brillante
Tras cinco años de trabajo, Protein2Food está ahora recolectando los últimos cultivos, analizando y procesando los ingredientes y perfeccionando sus prototipos de alimentos para pruebas de consumo y análisis de sostenibilidad. Los principales hallazgos del proyecto se publicarán a lo largo del año y se ha planeado un evento para todos los agentes interesados que se celebrará a finales de enero de 2020 en Bruselas. La fecha definitiva se publicará en breve en el sitio web del proyecto.

Información e imágenes: Unión Europea

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