El Consejo Mexicano Vitivinícola se suma al llamado a aprobar el reglamento del uso de suelo en el Valle de Guadalupe
Ciudad de México.— El Consejo Mexicano Vitivinícola, AC (CMV) se sumó al llamado de productores y viticultores de la zona de Valle de Guadalupe, para la pronta aprobación del reglamento del uso de suelo en la Ruta del Vino en Baja California.
La Ruta del Vino en Baja California, está localizada a 130 kilómetros al sureste de Tijuana, e incluye varios valles, entre ellos el de Guadalupe, donde se ha puesto en riesgo la producción vitivinícola, principalmente por la escasez del recurso hídrico y la presión que conlleva esta situación frente a las crecientes inversiones de proyectos turísticos, inmobiliarios, comerciales y de infraestructura sin regulación alguna.
El CMV hace un llamado respetuoso a las autoridades competentes de Ensenada para aprobar el proyecto de reglamento del “Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada” que garantice un reordenamiento territorial acorde a la protección sostenible del uso del suelo agrícola en el Valle de Guadalupe y evitar con ello el deterioro del patrimonio enoturístico logrado con tanto esfuerzo desde hace un poco más de dos décadas.
Hans Backhoff Guerrero, presidente del CMV, afirma que una vez autorizado el reglamento municipal se podrá regular la sobreexplotación de materiales pétreos, como es el caso de la extracción de arena en el cauce del arroyo del río Guadalupe, hasta las limitaciones que deben ser reguladas para la construcción y operación de complejos enoturísticos, incluidos los de servicios de hotelería y gastronomía que se ofrecen en la zona de manera creciente, los cuales hoy deben establecerse con respeto, armonización del entorno y cuidando el paisajismo de la zona.
México es un mercado emergente en la industria vinícola con todas las posibilidades de expandirse de forma acelerada dentro del territorio nacional con proyectos sustentables.
“La producción de la uva y el consumo per cápita de vino en México se duplicó en los últimos cinco años y nuestro vino vive uno de sus mejores momentos ya que su calidad se reconoce y se demanda cada vez más en todo el mundo, situación que debemos promover y proteger de una manera responsable”, apuntó Backhoff.
Por su parte, Gabriel Padilla Maya, director general de dicho organismo, señaló que con un adecuado reglamento de reordenamiento del desarrollo urbano del Valle de Guadalupe México podría facilitar una petición ante la Unesco para evaluar la declaración de patrimonio cultural mixto de la zona para salvaguardar como parte del paisajismo vinícola del valle las prácticas culturales y tradiciones, incluyendo la riqueza de la oferta gastronómica.
La protección del patrimonio enoturismo del Valle de Guadalupe y la Ruta del Vino de Baja California, además de poder brindar una adecuada información e introducir al consumidor nacional y extranjero que visita la zona a expandir la cultura del vino, debe ser una estrategia que dé garantía al desarrollo sostenible de las áreas geográficas de las zonas de producción vitivinícola del estado de Baja California.
“Esto significa reconocer que en el Valle de Guadalupe los beneficios del enoturismo se extienden mucho más allá de la puerta de la bodega a prácticamente todas las áreas de la economía regional y a las áreas rurales y semiurbanas de alrededor generando una oportunidad única para un desarrollo social y económico sostenible en beneficios de miles de habitantes que habitan en la zona.”
“Ha llegado el momento de fortalecer los lazos de unidad con los actores de la cadena de valor, para que los productores, junto con las universidades del estado de Baja California (UABC y Colegio de la Frontera Norte) e investigadores en particular trabajemos para integrar un expediente de solicitud viable ante la Unesco y que a su vez esta apuesta se impulse con la aprobación del reglamento por parte de las autoridades municipales”, finalizó Padilla Maya.
