Análisis

Cinco consejos para una dieta saludable este año nuevo

Cualquiera que sea su resolución de año nuevo, una dieta saludable y equilibrada proporcionará muchos beneficios en 2019 y más allá

Lo que comemos y bebemos puede afectar la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de que desarrollemos problemas de salud en el futuro, como obesidad, enfermedades cardiacas, diabetes y diferentes tipos de cáncer.

Los ingredientes exactos de una dieta saludable dependerán de diferentes factores, como la edad y la actividad que tenemos, así como los tipos de alimentos disponibles en las comunidades donde vivimos. Pero en las diferentes culturas, hay algunos consejos alimenticios comunes para ayudarnos a llevar una vida más larga y saludable.

Comer una variedad de comida. Nuestros cuerpos son increíblemente complejos y, con la excepción de la leche materna para bebés, ningún alimento contiene todos los nutrientes que necesitamos para que funcione de la mejor manera posible. Por lo tanto, nuestras dietas deben contener una amplia variedad de alimentos frescos y nutritivos para mantenernos fuertes.

Reducir la sal. Demasiada sal puede aumentar la presión arterial, que es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiacas y los accidentes cerebrovasculares. La mayoría de las personas en todo el mundo consumen demasiada sal: en promedio, consumimos el doble del límite recomendado por la OMS de 5 gramos (equivalente a una cucharadita) por día.

Incluso si no agregamos sal adicional a nuestros alimentos, debemos tener en cuenta que comúnmente se coloca en alimentos o bebidas procesados, y con frecuencia en cantidades altas.

Reducir el uso de ciertas grasas y aceites. Todos necesitamos algo de grasa en nuestra dieta, pero comer demasiada, especialmente los tipos equivocados, aumenta los riesgos de obesidad, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.

Las grasas trans producidas industrialmente son las más peligrosas para la salud. Se ha encontrado que una dieta alta en este tipo de grasa aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca en casi un 30 por ciento.

Limitar el consumo de azúcar. Demasiado azúcar no solo es malo para nuestros dientes, sino que aumenta el riesgo de aumento de peso poco saludable y la obesidad, lo que puede llevar a problemas de salud crónicos y graves.

Al igual que con la sal, es importante tomar nota de la cantidad de azúcares “ocultos” que pueden encontrarse en los alimentos y bebidas procesados. Por ejemplo, ¡una sola lata de refresco puede contener hasta diez cucharaditas de azúcar agregada!

Evitar el consumo de alcohol peligroso y perjudicial. El alcohol no es parte de una dieta saludable, pero en muchas culturas, las celebraciones de año nuevo están asociadas con el consumo excesivo de alcohol. En general, beber demasiado, o con demasiada frecuencia, aumenta el riesgo inmediato de lesión, además de causar efectos a largo plazo como daño hepático, cáncer, enfermedad cardiaca y enfermedad mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que no hay un nivel seguro de consumo de alcohol; y para muchas personas, incluso los niveles bajos de consumo de alcohol pueden estar asociados con riesgos significativos para la salud.

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