Análisis

COVID-19 y la industria alimentaria en México

Para prevenir enfermedades relacionadas con la industria alimentaria, son indispensables el monitoreo y verificación de los procesos de higiene

Ciudad de México, 20 de julio de 2020.— Una buena alimentación es clave para tener una vida saludable, sin embargo, no es suficiente. En el mundo de los alimentos, el origen de todo lo que cocinamos y consumimos es enorme y, en ocasiones, puede provenir de lugares donde los estándares de salubridad son deficientes. En este sentido, puede ser que nuestra próxima comida se encuentre contaminada por algún agente patógeno que cause que nuestros alimentos ya no sean óptimos para su consumo.

Para prevenir enfermedades relacionadas con la industria alimentaria, el monitoreo y verificación de los procesos de higiene son indispensables. Por tal motivo, se deberá tener un mayor cuidado en las principales fuentes de contaminación alimenticia, como:

  • Materias primas: carne, leche, vegetales.
  • Transporte: camiones, envases, entre otros.
  • Personas: cabellos, estornudos, tos.
  • Animales: roedores, insectos, aves, otros.
  • Instalaciones: superficies, pisos, paredes, equipos.

Otro tipo de contaminantes, más complicados de detectar ya que no son visibles, son los biológicos, como los hongos, bacterias y virus. Muchos de estos microorganismos son causantes de enfermedades en los animales, y en muchas ocasiones pueden transmitir enfermedades en los humanos, a través del consumo de alimentos.

Por lo anterior, los procesos de limpieza, sanitización y desinfección en las plantas procesadoras de alimentos, restaurantes y otros lugares donde se realicen este tipo de actividades, se ha convertido en algo indispensable para garantizar la higiene en los alimentos. Un espacio sucio es un lugar de riesgo microbiológico, por lo que la limpieza deberá hacerse siempre a conciencia, ya que muchas veces un lugar puede parecer que está limpio, pero no libre de agentes patógenos que pueden afectar la salud humana o microorganismos deterioradores que lleven a la pérdida de la calidad en el alimento.

Una forma innovadora y efectiva de realizar estos procesos es mediante la bioluminiscencia, que es una técnica que permite realizar muestreos con un hisopo y determinar por bioluminiscencia su contenido en ATP (Adenosin trifosfato). El ATP es el compuesto que almacena la energía en todas las células vivas, y este está presente en los alimentos como son las carnes, pescados, vegetales, entre otros. De igual forma, también existe el ATP de procedencia microbiana.

El proceso funciona de la siguiente manera: se busca detectar materia ATP en los alimentos, así como microorganismos en superficies y muestras líquidas. Mediante la reacción de la enzima luciferasa, junto con el ATP, se produce una luz que es medida y catalogada por unidades relativas de luz (URL), lo que permite determinar el grado de limpieza de una superficie.

Las ventajas de utilizar este tipo de sistemas son:

  • Pruebas precisas de forma inmediata.
  • Resultado en siete segundos.
  • Reduce tiempo de entrenamientos y costos.

En el mercado existen muchas soluciones en bioluminiscencia, pero una buena opción es el sistema 3M Clean-Trace, iluminómetro portátil, que incluye también un software para analizar data y tendencias.

Al final, se trata de producir y consumir alimentos de forma segura. La tecnología y la innovación han dado pasos agigantados en los procesos de higiene y, todos, tanto productores como consumidores, debemos tener la responsabilidad de ofrecer y consumir alimentos que no representen un peligro para nosotros y los demás.

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