Análisis

Cultivos tradicionales, nuestra nueva esperanza

Los cultivos olvidados e infrautilizados están volviendo a un primer plano

En la historia de la humanidad, de unas 30 mil especies de plantas comestibles, se han cultivado entre seis mil y siete mil especies para producir alimentos. Sin embargo, hoy en día solamente utilizamos 170 cultivos a una escala significativa a nivel comercial. Aún más sorprendente, dependemos en gran medida de solo 30 de ellos para que nos proporcionen las calorías y nutrientes que necesitamos todos los días. Más del 40 por ciento de nuestra ingesta diaria de calorías procede de tres cultivos básicos: arroz, trigo y maíz.

Existen miles de cultivos que han sido olvidados o infrautilizados durante siglos. Esto es algo que debemos lamentar, no solo por todos los sabores que nos estamos perdiendo, sino también por los nutrientes que proporcionan. Estos cultivos “olvidados” suelen ser cultivos indígenas o tradicionales que prosperan en regiones específicas del mundo. Ya sea porque se cultivan en zonas geográficas pequeñas, tienen rendimientos bajos, requieren un procesamiento prolongado, son susceptibles a las plagas o simplemente no se han investigado adecuadamente, nunca se incorporaron al mercado mundial y, por tanto, muchas personas desconocen su existencia, a veces incluso de productos de sus propias regiones. Con el apoyo de unas políticas y una financiación adecuadas, estas variedades olvidadas podrían ser, algún día, reconocidas en el mercado mundial.

Ofrecemos a continuación cinco razones por las que debemos dejar de marginar estos cultivos, que pueden revolucionar el futuro de nuestra alimentación:

1. Enriquecen nuestras dietas. Los cultivos tradicionales suelen ser muy nutritivos y pueden ofrecernos una dieta más equilibrada.

2. Protegen nuestra agricultura. Al depender de tan pocos cultivos para alimentar a la mayor parte de la población mundial, somos vulnerables a una enfermedad o a una plaga que puede destruir gran parte de nuestros sistemas alimentarios.

3. Combaten al cambio climático con sus propias armas. Los cultivos tradicionales son especialmente útiles ya que muchos de ellos son resistentes al clima, siendo capaces, por ejemplo, de sobrevivir a inundaciones o sequías. También pueden crecer en algunos tipos de climas en los que otros cultivos “estándar” no pueden.

4. Mantienen vivos los conocimientos tradicionales. No solo se está ignorando los cultivos tradicionales, también la manera tradicional de plantarlos y cosecharlos.

5. Pueden potenciar los medios de subsistencia de los pequeños campesinos y los productores locales. Algunos cultivos tradicionales tienen buenas posibilidades comerciales y podrían ser un cultivo comercial excelente para los pequeños campesinos o los agricultores familiares.

La próxima vez que visites un mercado local, en lugar de dirigirte hacia las frutas y hortalizas habituales, busca aquellas en las que no sueles reparar y prueba algo nuevo. Puedes diversificar tu dieta mientras comienzas a sacar a la luz algunos de estos alimentos olvidados. Empecemos a darnos cuenta de lo que nos estábamos perdiendo.

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