Análisis

El alcohol te ayuda a hablar mejor un nuevo idioma

Una dosis moderada es la solución para pronunciar mejor palabras extranjeras

Ciudad de México, 30 de diciembre de 2019.— ¿Recuerdas la última vez en la que con unos tragos alguien ya estaba hablando inglés? Pues sí, todo indica que el alcohol permite hablar con mayor fluidez un nuevo idioma, por supuesto, siempre con moderación.

Se sabe que una cerveza o una copa de vino pueden reducir las inhibiciones, por lo que facilitaría que las personas superen su timidez, vacilación o nerviosismo.

Investigadores británicos y holandeses hicieron un experimento para resolver de una vez por todas si la gente realmente habla mejor idiomas extranjeros después de unas copas.

De acuerdo con los resultados publicados en la revista Journal of Psychopharmacology, las personas consiguieron hablar mejor después de una dosis baja de alcohol, incluso cuando ellos no confiaban en sí mismos.

El estudio incluyó a 50 hablantes de alemán nativo que estudiaban en la Universidad de Maastricht, ubicada en Países Bajos, cercana a la frontera con Alemania. Todas las personas dijeron que bebían alcohol algunas veces y habían aprobado un examen que demostraba el dominio del holandés.

Cada persona sostuvo una conversación informal de dos minutos con un entrevistador holandés.

Antes del diálogo, la mitad del grupo tomó agua y la otra mitad una bebida con alcohol. La cantidad de esta última variaba de acuerdo al peso de la persona.

Las conversaciones fueron grabadas y calificadas por un hablante de holandés nativo, quien no sabría quién se tomó el trago. A los participantes también se les pidió una puntuación para sí mismos.

Los resultados fueron sorprendentes. Los holandeses que evaluaron las grabaciones calificaron mejor la pronunciación del grupo que bebió unos tragos; mientras que fue menor en quienes bebieron solo agua.

El alcohol no tuvo efecto en la autoevaluación de los participantes; quienes habían tomado una copa no estaban más seguros ni satisfechos con sus actuaciones que los que habían bebido agua.

Los autores concluyeron que es posible que una dosis baja de alcohol “reduzca la ansiedad del lenguaje” y, por lo tanto, aumente la capacidad. “Esto podría permitir a los hablantes de idiomas extranjeros hablar con mayor fluidez el idioma extranjero después de beber una pequeña cantidad de alcohol.”

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