Un investigador de la Universidad Autónoma Chapingo indicó que de emplearse en el país las áreas cultivables, la cosecha de productos podría ser una fuente de ingresos importante en el PIB
TEXCOCO, ESTADO DE MÉXICO.— En México sólo se cultiva en 1.28 por ciento de la superficie fértil, de un total de 12.5 por ciento de área para la labranza, que equivale a 250 mil hectáreas del territorio nacional, aseguró el investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) Krishnamurthy Larsmi Reddiar.
El académico indicó que de emplearse en el país las áreas cultivables, la cosecha de productos podría ser una fuente de ingresos importante en el Producto Interno Bruto (PIB), debido a que actualmente la agricultura mexicana sólo aporta 3.7 por ciento del PIB.
Larsmi Reddiar, quien recientemente fue galardonado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el premio “A Lifetime of Scientific Achievement”, entregado en Cambridge, Inglaterra, señaló que los cultivos más redituables para el país y los que más se siembran son el maíz, el jitomate, la caña de azúcar, el frijol y el aguacate.
El investigador de la UACh explicó que México también produce carne de res, pollo, cerdo y productos lácteos, actividades consideradas dentro de la agricultura. Las fuentes laborales en el sector agropecuario ascendieron a 14 por ciento del total de fuentes de empleo del país.
Krishnamurthy Larsmi manifestó que la mitad de los productores en México son agricultores de autoconsumo, que cultivan en cinco o menos hectáreas maíz o frijol.
El especialista reconoció que el número de agricultores mexicanos ha ido disminuyendo ante la búsqueda de mejores oportunidades económicas fuera del país.
Muchos de los trabajadores del campo han abandonado sus tierras porque dejaron de ser rentables y emigraron, sobre todo, al norte del continente americano, dijo.
La FAO otorgó el reconocimiento “A Lifetime of Scientific Achievement”, a Krishnamurthy Larsmi Reddiar por sus aportaciones a escala mundial en el ámbito de la agroforestería para el mejoramiento de los cultivos, la diversificación de la productividad, curso que tuvo interés entre la comunidad científica.
Dicho galardón reconoce también su aportación en el campo de la agroecología, mediante el diseño y manejo de sistemas de producción de alimentos para lograr una alimentación sana para la humanidad, que sea sostenible y proteja el medio ambiente, y que contribuya a reducir la pobreza, debido a que actualmente los centros de investigación internacional, universidades e instituciones relacionados con la agricultura, señaló el investigador, enfocan sus estudios al incremento de cultivos etiquetados para el mercadeo, lo que trae un costo ambiental.
Fuente: El Universal online
