Análisis

¿Es beneficioso o perjudicial el café para la salud?

Son muchas las teorías que se han publicado sobre las propiedades y los peligros del café

Es el protagonista de muchas de nuestras reuniones con amigos, de los descansos de trabajo, está presente cuando queremos tener una charla informal con alguien, en las sobremesas e, incluso en las primeras citas.

Es más, para muchos, es algo fundamental y no son capaces de afrontar el día sin antes tomarse un café a primera hora de la mañana.

Por eso, no es de extrañar que el café sea uno de los alimentos que más controversia ha generado a lo largo del tiempo.

Se han escrito miles de páginas y realizado centenares de estudios que aún hoy alimentan la polémica entre nutricionistas y consumidores: ¿es adecuado o no su consumo?

La respuesta más consensuada por los científicos es que, si se toma en cantidades moderadas, es decir, dos o tres tazas al día, encaja en un estilo de vida saludable. No obstante, en exceso se vuelve perjudicial.

En este artículo hablamos sobre las propiedades más importantes del mismo y algunos detalles que tenemos que tener en cuenta si somos consumidores habituales de café.

Es un estimulante del sistema nervioso central. La cafeína bloquea la acción de la adenosina, un transmisor nervioso que produce calma y tranquilidad, provocando una sensación de euforia y fuerza durante algunas horas.

Aumenta el estado de alerta y de agitación. Gracias a este alimento, se incrementa la actividad cerebral a través de diferentes neurotransmisores. Además, el café hace que mejore nuestro tiempo de reacción, la memoria y el estado de ánimo y de vigilia.

Aporta antioxidantes naturales. El café es una gran fuente de antioxidantes fenólicos, tales como los ácidos clorogénicos y cafeicos. Estos protegen al organismo de la oxidación celular y los posibles daños provocados por los radicales libres.

Tiene efecto diurético. La cafeína aumenta el flujo sanguíneo hacia los riñones, reduciendo así la absorción de agua y de sodio, por lo que ayuda a eliminar los líquidos.

Tomar café después de comer facilita la digestión porque la cafeína estimula la secreción gástrica.

Se ha demostrado que el consumo moderado de café reduce el riesgo de padecer hipercolesterolemia y, en pequeñas dosis, también disminuye el daño físico en enfermedades crónicas como el Parkinson y el Alzheimer.

De la misma manera que esto puede ayudarnos a eliminar ciertos líquidos, el exceso de diuresis también puede llegar a ser perjudicial por la pérdida excesiva de minerales a través de la orina. Además, nuestro cuerpo puede sufrir deshidratación.

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