Análisis

Food Inc.: Cuidado con lo que comes

El documental Food Inc. pone en manos del auditorio la decisión final sobre cómo asegurar su derecho a la salud, a la soberanía alimentaria y a un desarrollo humano y sustentable del campo

Erich Moncada

FoodINCEs muy probable que el documental Food Inc. nunca llegue a las pantallas mexicanas. Es una película incómoda. Plantea preguntas delicadas pero muy pertinentes sobre los orígenes de la comida que muchas familias ponen en sus mesas diariamente. ¿Es segura la comida que ingerimos? ¿En qué condiciones son criados los animales que consumimos? ¿Son saludables las prácticas de la industria para el medio ambiente?

El filme, dirigido por Robert Kenner, hace un minucioso recuento sobre los excesos de las empresas que explotan los recursos naturales, abusan de los animales y enferman con sus productos a los consumidores estadounidenses. En tres segmentos, los realizadores examinan la producción cárnica (res, pollo y cerdo), de granos básicos (maíz y soya) y el poderío económico y legal de las corporaciones alimentarias.

Robert Kenner pasó tres años entrevistando a productores del campo para conocer cómo se crían a los animales. Sólo unos cuantos accedieron mostrar al público las condiciones deplorables en que son hacinadas las bestias, accediendo a filmar en secreto escenas de rastros y criaderos donde se trata cruelmente a los animales.

Son escandalosas las escenas de las gallinas deformes y muertas, llenas de excremento y maltratadas por trabajadores indocumentados. Food Inc. debate los temas de forma metódica, bien documentada y propone soluciones sensatas. Por desgracia sólo se nos presenta la versión de los afectados porque los acusados, todos sin excepción, se negaron a hablar ante las cámaras y presionaron a otros entrevistados para que no hicieran.

Kenner también explora con detenimiento el comportamiento de transnacionales agroindustriales como Monsanto o Cargill que monopolizan el mercado de los fertilizantes, herbicidas y de las semillas transgénicas, en perjuicio de los pequeños productores y la salud de los consumidores. Un tema muy pertinente para el país ante la reciente aprobación de la siembra experimental de maíz transgénico en Tamaulipas.

El documental pone en manos del auditorio la decisión final sobre cómo asegurar su derecho a la salud, a la soberanía alimentaria y a un desarrollo humano y sustentable del campo. Y sugiere diez simples medidas que pueden adoptar los consumidores para presionar a las compañías a que modifiquen sus hábitos nocivos:

1. Dejar de consumir bebidas gaseosas u otras bebidas endulzadas.

2. Comer en casa en vez de comer en un restaurante.

3. Apoyar leyes que obliguen a los restaurantes a informar a sus clientes sobre el contenido nutricional de sus platillos.

4. Obligar a las escuelas a que dejen de vender refrescos, comida chatarra y bebidas deportivas, ya que la obesidad infantil se ha incrementado dramáticamente en pocos años.

5. Lunes sin carne. Dejar de comer carne un día a la semana. Cerca del 70 por ciento de los antibióticos producidos en Estados Unidos son utilizados en animales de granja.

6. Consumir alimentos orgánicos o sustentables sin pesticidas.

7. Proteger las granjas familiares. Visita tu mercado de productores locales.

8. Leer las etiquetas. Conocer de dónde viene nuestra comida.

9. Informar a nuestros representantes de que la seguridad alimentaria es muy importante para nosotros.

10. Exigir medidas para beneficiar a los campesinos del campo y a los pequeños productores de comida, como salarios justos y buenas condiciones laborales.

El sitio oficial de Food Inc.: http://www.foodincmovie.com/

Fuente: SDPnoticias.com

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