Análisis

Formación de técnicos agropecuarios con una nueva visión

Para enfrentar el desafío de “producir más y mejor, con menos” se requiere formar una nueva generación de técnicos agropecuarios con nuevos conocimientos, aptitudes y destrezas

Por: Polan Lacki*

agro_col_formacionLa agricultura latinoamericana está sometida a una profunda contradicción; por un lado tiene la imprescindible y urgente necesidad de modernizarse para volverse mucho más eficiente, porque si no lo hace sencillamente no podrá enfrentar la fuertemente subsidiada y protegida agricultura de los países desarrollados.

Por otra parte, los gobiernos de los países de esta región, están reduciendo exactamente aquellos recursos y servicios con los cuales tradicionalmente se ha intentado hacer esta imprescindible modernización.

Por doloroso que sea aceptarlo, lo anterior significa que la agricultura latinoamericana tendrá que volverse más eficiente a pesar de contar con menos crédito, subsidios y medidas proteccionistas. Esto a su vez significa que con una menor cantidad de cada factor de producción los agricultores, sean pequeños, medianos o grandes, tendrán que obtener una mayor cantidad de producto, que deberá ser de mejor calidad y obtenido a un costo unitario más bajo; significa también que deberán volverse mucho más eficientes en la administración del negocio agrícola en su globalidad.

Difícil, pero no imposible, esta misión exige, entre otras medidas, un gigantesco esfuerzo de capacitación y organización de los agricultores para que ellos se profesionalicen y se transformen en eficientes empresarios que puedan, sepan y quieran corregir las graves distorsiones tecnológicas, gerenciales y comerciales que actualmente ocurren en los distintos eslabones del negocio agrícola, desde que el insumo sale de la industria hasta que el alimento llega a la casa del consumidor.

Ambas tareas son más de carácter tecnológico/gerencial que político y, consecuentemente, deberán ser entregadas a muy competentes profesionales y técnicos agropecuarios, los que deberán demostrar en los hechos que son capaces de corregir las distorsiones y de optimizar el uso y el aprovechamiento de los escasos insumos materiales para contrarrestar su insuficiencia a través de la correcta aplicación de los abundantes insumos intelectuales.

Para enfrentar este espectacular pero inevitable desafío de “producir más y mejor, con menos” se requiere formar una nueva generación de técnicos agropecuarios con nuevos conocimientos, aptitudes, destrezas y, sobre todo, con nuevas actitudes de auto-confianza anímica y convicción de que son ellos mismos quienes deberán asumir este desafío, sencillamente porque debido a su naturaleza eminentemente técnica, sólo podrán compartirlo con los profesionales de ciencias agrarias.

El perfil del técnico agropecuario

Las escuelas agrotécnicas deberán formar un egresado con una sólida formación ética y humanística, consciente de que debe promover una agricultura sostenible que conserve y recupere la fertilidad del suelo, porque el incremento de su productividad es un importantísimo requisito para lograr la rentabilidad en la agricultura.

Asimismo, el profesional técnico deber estar muy consciente de que los rendimientos y los ingresos de los agricultores actuales y futuros dependen en gran medida de prácticas conservacionistas, incluso la cero labranza, que al mejorar las condiciones físicas y biológicas del suelo, además de las químicas, mantengan su alta capacidad productiva.

También, debe estar consciente de que la actividad agrícola, ganadera o forestal, no puede ser encarada como si fuese una simple “mineración” o “extrativismo” de recursos naturales y que consecuentemente deberá manejar, y no apenas extraer, en forma racional, integrada y sostenible los recursos existentes en las cuencas, en el suelo, en el agua y en el bosque con todos sus componentes.

Por ello, es necesario dar prioridad al uso de tecnologías limpias, sanas y blandas, y que los factores que eventualmente puedan dañar a los seres humanos, a los recursos naturales o al medio ambiente sean evitados o utilizados en forma prudente, como último recurso.

Debido a las diferentes potencialidades y restricciones de los distintos estratos de agricultores de cada país, el técnico agropecuario deberá tener la versatilidad y el eclecticismo para desempeñarse con igual eficiencia ante productores de distintas disponibilidades de recursos, niveles tecnológicos y escalas de producción.

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