Aunque se suponía que la seguridad alimentaria sería una prioridad en la cumbre, el G20 no planteó una estrategia para garantizar alimentos para los mil millones de personas que padecen hambre
Redacción 2000 Agro
Los Cabos, BCS (México).─ Las principales economías del G20 dejaron de lado la seguridad alimentaria y perdieron de vista a los países que enfrentan recortes en los campos de ayuda alimentaria, el cambio climático y la volatilidad de precios de los alimentos, afirmó la agencia internacional de cooperación y ayuda humanitaria Oxfam.
Aunque se suponía que la seguridad alimentaria sería una prioridad en la cumbre, el G20 no planteó una estrategia para garantizar alimentos para los mil millones de personas en todo el mundo que todos los días padecen hambre, abundó la agencia en un comunicado.
Al respecto, el director ejecutivo de Oxfam México, Carlos Zarco, señaló: “Al enfrascarse en una serie de desacuerdos acerca de cómo solucionar el problema de la zona euro, crisis que es necesario solucionar, el G20 peleó por el crecimiento en lugar de impulsar la austeridad en Europa, visión con la que los líderes quedaron mal a las personas más pobres del mundo, de las cuales más de la mitad viven en países del G20.”
Agregó que el tema de los biocombustibles, factor determinante en la volatilidad en los precios de los alimentos y la inseguridad alimentaria, así como el de los pequeños agricultores y sus aportaciones a la productividad fueron ignoradas a pesar de los llamados de múltiples agencias internacionales de eliminar las metas de producción, los subsidios a los biocombustibles, así como de apoyar a las 200 millones de pequeñas granjas agrícolas familiares que existen en las 20 principales economías del mundo.
Por otra parte, Oxfam reconoció los compromisos en materia de fiscalidad alcanzados en el encuentro de Los Cabos a partir del llamamiento a todos los países de adoptar una convención multilateral que los obligue a compartir información acerca de sus prácticas fiscales, lo que —en opinión de la agencia internacional— podría detener la fuga de cientos de millones de dólares que cada año salen de los países pobres a los paraísos fiscales.
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