Análisis

La volatilidad en los precios de alimentos “llegó para quedarse”

Se ubican en niveles mucho más altos a los de la crisis de 2008

México.- La gran fluctuación mundial en los precios de los comestibles “llegó para quedarse”, lo que desafortunadamente puede generar costos significativos en la seguridad alimentaria, desnutrición y movilizaciones sociales, mayormente en países importadores, advierten la Cepal, la FAO y el IICA.

En el futuro persistirá la volatilidad en el valor de los agroproductos, en parte debido a los efectos del cambio climático, la mayor presencia de plagas, enfermedades y problemas estructurales, que sólo generan incertidumbre entre los productores agrícolas.

Un estudio elaborado por especialistas de los tres organismos plantea que los gobiernos de los países deben aplicar políticas de desarrollo económico de largo plazo, en lugar de respuestas que sólo atienden la problemática coyuntural.

Los gobiernos reaccionan más cuando hay aumentos de precios que cuando éstos bajan, lo cual significa que “se ha dado relativamente más importancia a la inflación y al consumidor que al productor y a la estructura productiva agrícola”, cuando es importante apoyar la producción.

Advierten que los precios de los alimentos están en niveles mucho más altos que los vistos durante la crisis de 2008. Tan sólo entre junio y diciembre de 2010 subieron alrededor de 30 por ciento en términos nominales.

Sin embargo, los incrementos siguen, y en enero se registró un alza de 3.4 por ciento en el índice de precios de alimentos de la FAO.

Comportamiento

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) aseguran que el comportamiento de los alimentos se puede clasificar de cuatro maneras:

1) Incrementos sostenidos en productos tropicales, como café, azúcar y plátano, y también en materias primas no alimenticias, como caucho y algodón.
2) La estabilización de los aceites comestibles en un rango de entre 50 y 100 por ciento por encima del promedio visto de 2000 a 2005.
3) Alza de alrededor de 25 por ciento en productos cárnicos.
4) Una gran variabilidad en cereales y fertilizantes.

En el segundo semestre de 2010 aumentó la volatilidad de precios de diversos alimentos, y en productos como trigo, azúcar, carne ovina y algodón el nivel del año pasado fue “el más alto, por lo menos desde comienzos de los años 2000″.

Por ejemplo, de junio a diciembre del 2010 el precio del trigo estadounidense subió 94.4 por ciento; el maíz, 63.9; la soya, 34.1; el aceite de soya, 53.9; el azúcar, 76.2, y el arroz, 20.9.

La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, dice que “la gran fluctuación de precios llegó para quedarse, por lo que la región debe prepararse”.

En el estudio, los tres organismos advierten que el cambio climático podría provocar que a nivel regional los rendimientos globales de los cereales caigan un 10 por ciento hacia 2020 y 30 por ciento en 2050.

Sugieren elaborar políticas públicas de largo plazo, y “buscar un balance entre las medidas de emergencia que deban tomarse en el corto plazo”.

Asimismo, atender problemas estructurales que en el mediano y largo plazos permitan aumentar la producción agrícola nacional, con énfasis en los pequeños productores, que son los más vulnerables.

Fuente: El Financiero en línea

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