Análisis

Los 10 beneficios de la manzana

La manzana es una de las frutas que mantiene por más tiempo sus propiedades nutritivas

Ciudad de México, 23 de junio de 2020.— El manzano es probablemente el primer árbol cultivado por el ser humano y uno de los más rentables, pues su fruto puede conservarse sin perder demasiadas cualidades durante más de seis meses. Aunque las tenemos todo el año en el mercado, las manzanas se recogen a finales de verano, principios de otoño y es entonces cuando están más sabrosas.

Además la manzana es una de las frutas que mantiene por más tiempo sus propiedades nutritivas pero además tiene otros muchos beneficios que detallamos a continuación. Son tantos que muchos la llaman la fruta milagro.

La manzana tiene mucha fibra. De cada 100 gramos de manzana, 2.4 son de fibra, mientras que los melocotones, por ejemplo, solo tienen alrededor de un gramo.

Con efecto saciante. Cuando la pectina, que es la sustancia que se encuentra en la pulpa blanca o amarillenta, llega hasta el estómago, desencadena unos mecanismos de información que transmiten al cerebro la orden de que ya está lleno, por lo que no te apetece comer más. La presencia de pectinas en la dieta también puede tener efectos beneficiosos sobre los niveles de colesterol en sangre.

Es drenante. Un estudio sobre la manzana realizado por el departamento de Nutrición de la Universidad de Florida (EEUU), con el doctor Bahram Arjmandi a la cabeza, revela que la pectina y los antioxidantes que tiene la manzana en la piel ayudan a eliminar toxinas. De ahí la importancia de lavar bien la fruta para consumirla sin pelar.

Protege el corazón. Las investigaciones más recientes de Arjmandi, han evaluado los efectos cardioprotectores a largo plazo del consumo diario de la manzana en las mujeres posmenopáusicas. Disminuye en fuertes cantidades el llamado colesterol malo.

Adecuada en casos de diabetes. Otro de los beneficios de la manzana es que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre debido a su alto contenido en fibra, que retarda la absorción de carbohidratos, lo que evita los picos de insulina, tal y como concluye la Asociación Americana de Diabetes, que recomienda la ingesta de al menos una manzana al día.

Regula el intestino. Tomar una manzana con piel nos ayuda a facilitar el movimiento intestinal. En cambio, si la consumimos pelada, la pectina de su pulpa hace más lento el tránsito intestinal, lo que sirve contra la diarrea. Además, los taninos que contiene, sobre todo si la pelas y esperas a que coja un color oscuro por efecto de la oxidación, son antiinflamatorios y actúan directamente contra la causa de la diarrea.

Activa el cerebro. Según un estudio de la Universidad de Massachusetts Lowell, el zumo de la manzana puede aumentar la producción de acetilcolina, un neurotransmisor que mejora la memoria.

Blanquea los dientes. Un trozo de manzana después de comer protege la boca del desarrollo de bacterias nocivas gracias a las propiedades de sus nutrientes. Según la Asociación de Odontología Holística, puede llegar a prevenir el desarrollo de caries o gingivitis.

Mucha vitamina. Es una gran fuente de vitaminas C y A, así como potasio. Una manzana mediana contiene ocho miligramos de vitamina C. La vitamina C en las manzanas se encuentra justo debajo de la piel, así que no debes pelarla.

Tranquiliza. La Asociación Española de Aromaterapia afirma que por el mero hecho de oler una manzana sentimos tranquilidad. Por eso el aceite esencial de manzana usado el aromaterapia tiene un alto valor relajante. Incluso hay estudiosos de esta disciplina que relacionan este olor con la autoconfianza.

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