La tortilla es considerada un producto primordial en la dieta de los mexicanos
Ángel Albino Corzo, Chiapas, 29 de octubre de 2019.— La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) resolvió que diez personas físicas cometieron prácticas monopólicas absolutas en el mercado de la producción, distribución y comercialización de tortillas de maíz en el municipio de Ángel Albino Corzo, Chiapas, consistentes en manipular su precio y restringir la venta del producto.
El órgano antimonopolios expuso además que se sancionó a una persona física por haber coadyuvado en la realización de dicha conducta, con multas que en conjunto suman 344 mil 108 pesos.
Población pagó un peso de más por cada kilo
Se estima que por esta conducta la población tuvo que pagar un sobreprecio de al menos un peso por cada kilogramo de tortilla que compró, lo que generó un daño aproximado a los consumidores de un millón 260 mil pesos, en un municipio con alto grado de marginación.
La investigación se abrió como resultado de una denuncia en la que se proporcionaron elementos que indicaban la realización de la conducta anticompetitiva, al considerar también que la tortilla es un producto primordial en la alimentación de los mexicanos.
La Cofece encontró que antes del acuerdo el precio de la tortilla en la zona se ubicaba entre 12 y 13 pesos por kilogramo, por lo que se estimó, de manera conservadora, que el sobreprecio que pagó la población por este alimento durante el periodo en el que se realizó la práctica, de agosto de 2017 hasta al menos mayo de 2018, fue igual a un peso por kilogramo y de ahí el cálculo del daño generado.
Según la resolución, la conducta sancionada consistió en que la “Unión de Industriales de la Masa y la Tortilla de Ángel Albino Corzo” coordinó, entre otras acciones, la firma de una carta entre productores, distribuidores y comercializadores mediante la cual solicitaron en agosto de 2017 al gerente de una tienda de autoservicio ubicada en la localidad, que nivelara o elevara el precio del kilo de tortilla a 14 pesos, que era el acordado entre los miembros de la Unión.
Asimismo, la Unión impuso la obligación de únicamente vender este alimento en el mostrador de las tortillerías, es decir, prohibir su venta a domicilio, y para asegurar el cumplimiento del pacto, la organización amenazaba con el corte del suministro de gas LP a quienes incumplieran.
