Análisis

Nutriendo cuerpos y mentes

Agricultores, familias y escuelas trabajan juntos para impulsar la nutrición infantil

“Me siento muy orgullosa de nuestro jardín escolar y me gustaría que todas las escuelas tuvieran uno.”

Dulce María Díaz Pérez tiene 12 años y le encanta leer. A ella también le gusta el jardín. Dulce, una estudiante de sexto grado en Tejutla, San Marcos, en las tierras altas occidentales de Guatemala, está aprendiendo sobre agricultura sostenible, nutrición y más, a través del jardín del patio trasero de su escuela.

“El jardín de la escuela es un espacio donde podemos aprender muchas cosas”, dice Dulce.

El huerto escolar de Dulce es parte de una iniciativa nacional de alimentación escolar sensible a la nutrición que vincula a las escuelas, las familias de agricultores locales y las asociaciones de padres para proporcionar comidas nutritivas y variadas a los niños de las escuelas de todo el país. Sigue el modelo de Escuelas Saludables Sostenibles del Programa de Cooperación Internacional Sur-Sur Brasil-FAO en la región y se introdujo por primera vez en Guatemala en 2014.

Estas iniciativas se han visto reforzadas por la primera ley de alimentación escolar de Guatemala, que entró en vigencia en 2018 tras los esfuerzos realizados por el Capítulo de Guatemala del Frente Parlamentario contra el Hambre y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Este logro fue el resultado de una coordinación intersectorial e institucional significativa, la creación de consenso con sectores clave y la promoción basada en la evidencia.

“Antes de que comenzara este proyecto, tuvimos que hacer cola durante mucho tiempo para obtener alimentos, y las comidas o meriendas eran repetitivas y no tan saludables. Ahora son más variados, más nutritivos y más deliciosos.”

Dulce proviene de una familia de pequeños agricultores, que también trabajan como conductores de camiones y mecánicos para aumentar sus ingresos. Su abuelo produce el maíz para las tortillas que se utilizan para preparar su comida escolar favorita en casa, tamales con verduras.

A pesar de su vínculo con la tierra, muchas familias de agricultores sufren de desnutrición y otros problemas de salud debido a la falta de nutrición y al acceso a ingresos y atención médica adecuados. Como muchas mujeres, la madre de Dulce murió debido a complicaciones en el parto, luego del parto del hermano menor de Dulce.

La iniciativa de alimentación escolar tiene como objetivo promover menús saludables y culturalmente sensibles y las compras públicas de productos a los agricultores familiares locales. Fomenta la participación de los padres y la comunidad, mejora la infraestructura de comedor y cocina y la cooperación en diversos sectores públicos y privados.

El huerto escolar ha ayudado a Dulce y sus compañeros a desarrollar un mayor respeto por los alimentos al mostrarles lo que se necesita para cultivar y cosechar incluso una verdura.

Al invertir en toda la comunidad, la FAO está empoderando a las familias, hasta los más jóvenes, para tomar medidas y ser parte del esfuerzo mundial de Hambre Cero.

Información e imágenes

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin