Análisis

Pide la FAO invertir en agricultura para aumentar la seguridad alimentaria

La seguridad alimentaria y el cambio climático “pueden y deben” ser afrontados conjuntamente, transformando la agricultura y adoptando prácticas que sean “climáticamente inteligentes” para erradicar el hambre en el mundo, afirmó Jacques Diouf, director general del organismo

Cancún, Q. Roo (México).— La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se refirió este jueves a la necesidad de que aumenten las inversiones agrícolas en los países en desarrollo para incrementar la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.

“No alcanzaremos la seguridad alimentaria sin inversiones sólidas en la adaptación al cambio climático y la reducción de los desastres naturales en el sector rural”, señaló el director general de la FAO, Jacques Diouf, durante una conferencia de prensa en Cancún, donde tiene lugar la reunión anual de la ONU sobre el cambio climático.

Asimismo, indicó que la seguridad alimentaria y el cambio climático “pueden y deben” ser afrontados conjuntamente, transformando la agricultura y adoptando prácticas que sean “climáticamente inteligentes” para erradicar el hambre en el mundo.

Diouf subrayó que la agricultura climáticamente inteligente es sostenible e incrementa la productividad y la capacidad de resistencia a las presiones ambientales.

Ese tipo de agricultura también “reduce los gases que provocan el efecto invernadero o los elimina de la atmósfera”, añadió Diouf, al tiempo que recordó que “la agricultura es en sí misma uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero”.

Según datos de la ONU, la población mundial superará los nueve mil millones de habitantes en 2050 y para alimentarles hará falta incrementar la producción agrícola global en un 70 por ciento.

La FAO prevé que el cambio climático impacte en múltiples formas en la productividad agrícola y los ingresos rurales en áreas que ya experimentan niveles elevados de inseguridad alimentaria.

Diouf se refirió también a los sectores forestal y agroforestal, de los que dependen cientos de millones de personas en el medio rural para sus medios de vida.

Señaló que esos sectores tienen también un potencial elevado para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, estabilizando los medios de subsistencia y fortaleciendo la seguridad alimentaria en el ámbito familiar, entre otros.

“La capacidad de mitigación potencial de los bosques se estima en cerca del 64 por ciento de las emisiones combinadas de la agricultura y la silvicultura, mientras que la agricultura podría proporcionar una mitigación potencial técnica del 90 por ciento del total”, explicó.

El responsable de la FAO destacó el progreso realizado en la estrategia de reducción de las emisiones de carbono procedentes de la deforestación y la degradación de bosques (REDD, por sus siglas en inglés).

Ese enfoque utiliza incentivos de mercado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la destrucción de los bosques, dejando que los países desarrollados compensen sus propias emisiones invirtiendo en proyectos REDD en países en desarrollo.

La ONU estima que esa iniciativa podría generar entre 30 mil y 100 mil millones de dólares anuales en inversiones para los países en desarrollo.

Fuente: EFE

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