Análisis

¿Qué es la pérdida de alimentos y el desperdicio de alimentos?

En 2011, la FAO estimaba que aproximadamente un tercio de los alimentos del mundo se perdían o desperdiciaban cada año. Desde entonces, la percepción global de este problema ha cambiado mucho

Ciudad de México, 12 de diciembre de 2019.— La pérdida y el desperdicio de alimentos se han convertido en un tema de gran preocupación para la opinión pública. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible refleja una mayor conciencia mundial sobre el problema. La meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible exige reducir a la mitad el desperdicio per cápita de alimentos en la etapa minorista y de consumo para 2030, así como reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.

Para aportar más claridad sobre el tema y medir el progreso hacia la meta 12.3 de los ODS, la estimación de 2011 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) está en proceso de ser reemplazada por dos índices separados: el Índice de pérdida de alimentos (FLI, por sus siglas en inglés) y el Índice de desperdicio de alimentos (FWI, por sus siglas en inglés).

El FLI, preparado por la FAO, proporciona nuevas estimaciones de las pérdidas desde la poscosecha hasta, pero sin incluir, la etapa minorista. El desperdicio de alimentos por parte de minoristas y consumidores no está incluido en la FLI. Las estimaciones iniciales de la FLI nos dicen que alrededor del 14 por ciento de los alimentos del mundo se pierden después de la cosecha hasta, pero excluyendo, la etapa minorista.

El FWI, para el cual se realizarán estimaciones calculadas por ONU Medio Ambiente, proporcionará estimaciones globales sobre los alimentos desperdiciados en las etapas minorista y de consumo.

La pérdida de alimentos es la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores.

Empíricamente, se refiere a cualquier alimento que se descarta, incinera o desecha de otra manera a lo largo de la cadena de suministro de alimentos desde la cosecha/sacrificio/captura hasta, pero excluyendo, la etapa minorista, y no vuelve a ingresar en ninguna otra utilización productiva, como como alimento o semilla.

La pérdida de alimentos, según lo informado por la FAO en el FLI, ocurre desde la poscosecha hasta la etapa minorista, pero sin incluirla.

El desperdicio de alimentos se refiere a la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores.

Los alimentos se desperdician de muchas maneras:

  • Los productos frescos que se desvían de lo que se considera óptimo, por ejemplo en términos de forma, tamaño y color, a menudo se eliminan de la cadena de suministro durante las operaciones de clasificación.
  • Los minoristas y los consumidores suelen descartar los alimentos que están cerca de la fecha de consumo preferente o que la han superado.
  • Grandes cantidades de alimentos comestibles sanos a menudo no se usan o sobran y se descartan de las cocinas domésticas y establecimientos de comidas.

Una menor pérdida y desperdicio de alimentos conduciría a un uso más eficiente de la tierra y una mejor gestión de los recursos hídricos, lo que tendría un efecto positivo en los medios de vida y en la lucha contra el cambio climático.

Los alimentos se pierden o se desperdician en toda la cadena de suministro desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final de los hogares.

Los alimentos que nunca se consumen también representan un desperdicio de recursos, como la tierra, el agua, la energía, el suelo, las semillas y otros insumos utilizados en su producción, lo que aumenta en vano las emisiones de gases de efecto invernadero.

Unir a las personas en pro de la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos
Todos tenemos un papel que desempeñar en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos. En consecuencia, la FAO trabaja con un amplio abanico de partes interesadas y asociados para abordar el problema.

A nivel macro, la FAO trabaja en colaboración con los gobiernos y otros organismos internacionales para promover la sensibilización y la defensa de los problemas y desarrollar políticas para reducir el FLW. En el nivel meso, las actividades de la FAO facilitan la coordinación entre los actores de la cadena de suministro de alimentos: agricultores, manipuladores, procesadores y comerciantes, en colaboración con los sectores público y privado y la sociedad civil.

A nivel micro, la FAO se centra en los consumidores y cambia sus actitudes, comportamientos, consumo y hábitos de compra individuales relacionados con los alimentos. Esto se hace mediante la educación, centrándose especialmente en proporcionar información sobre el manejo seguro de los alimentos, el almacenamiento adecuado de los alimentos en los hogares y comprender las fechas de consumo preferente para prevenir y reducir el desperdicio de alimentos.

Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para crear un mundo Hambre Cero y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 2 (Hambre Cero) y ODS 12 (Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles).

Muchas personas en el planeta dan los alimentos por sentados, pero para la asombrosa cifra de más de 820 millones de personas que pasan hambre, la comida no está garantizada. La FAO tiene como objetivo aumentar el respeto por los alimentos, así como por los agricultores que los producen, los recursos naturales que se utilizan para producirlos y las personas que no tienen acceso a los mismos.

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