200Agro/Redacción
El pasado 17 de julio del presente, 2000Agro publicó la nota “Las abejas se están extinguiendo” (http://www.2000agro.com.mx/analisis/las-abejas-se-estan-extinguiendo/), donde referimos que “estas hermosas polinizadoras se exponen a agroquímicos que conducen al Síndrome de Colapso de Colmenas (CCD) —una de tantas consecuencias achacadas a Monsanto y el cultivo de transgénicos.”
Ante esta aseveración, la empresa transnacional, en uso de su derecho de réplica, por medio de Laura Tamayo Laris, directora de Asuntos Corporativos de Monsanto Latinoamérica Norte, aclara:
1. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), y la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS por sus siglas en inglés), reconocen que las poblaciones de abejas pueden verse desafiadas por diversos factores, incluidos plagas y parásitos, enfermedades microbianas, una dieta inadecuada y la pérdida de diversidad genética.
Y si bien la exposición incidental a pesticidas es frecuentemente el resultado de una falta de entendimiento y comunicación entre los agricultores y los apicultores, nuestros productos no han tenido efectos sobre las abejas, ya que Monsanto sólo produce herbicidas, cuyos efectos se limitan a las malezas, sin afectar a los insectos.
2. Las plantas genéticamente modificadas y su impacto sobre las abejas han sido ampliamente estudiados, y los resultados indican que las plantas genéticamente modificadas no son dañinas para las abejas. En este sentido, destaca un meta análisis de 25 estudios realizados a lo largo de distintos años, cuyos resultados confirman que las proteínas utilizadas para proteger a los cultivos genéticamente modificados de insectos no son dañinas para las abejas.
En realidad, la apicultura y la producción de alimentos transgénicos es perfectamente compatible, como lo confirma el que muchos apicultores de la región sureste de México han sido también productores de soya genéticamente modificada.
De acuerdo con estudios de la Universidad Autónoma de Yucatán, el porcentaje de granos de polen de soya en las mieles producidas en la región fue mínimo (<0.9%), con variaciones dependiendo de la distancia del cultivo, de las extensiones de soya cultivadas y de la flora nativa presente. La Unión Europea establece que el polen es un componente específico de la miel, por lo que el polen genéticamente modificado solo debe constar en el etiquetado si supera el 0.9% del producto. Dado que el polen solo representa el 0,5% de la miel, esta nunca excedería el umbral para ser etiquetado.
3. Como una empresa eminentemente agrícola, en Monsanto tenemos un gran interés por entender y enfrentar los retos que afectan a las abejas, por lo cual desde 2012 formamos parte del Consejo Asesor de la Abeja Melífera, encargado de reunir a los expertos de la industria y la academia con el objetivo de encontrar soluciones a los distintos problemas que afectan a este insecto, así como para descubrir soluciones sustentables que las protejan. Asimismo, la empresa participa en la Coalición por la Salud de la Abeja Melífera, que reúne una amplia diversidad de organizaciones para explorar soluciones relativas a la salud de las abejas.
La coalición incluye apicultores, investigadores, agencias gubernamentales, negocios agrícolas, grupos conservacionistas, fabricantes y marcas de consumo. La coalición se enfoca en cuatro áreas: forraje y nutrición, manejo de colmenas, manejo de pesticidas, y difusión y educación. En el marco de la coalición, se ha invertido en la expansión de 809 mil hectáreas de forraje, así como en la organización del Grupo de Nutrición y Forraje de la Coalición. Estas medidas buscan asegurar que las abejas tengan suficiente alimento, ayudándoles a enfrentar mejor otras fuentes de estrés. Este esfuerzo permite que 1.8 millones de colonias de abejas apoyen la producción de alimento de los campos de California.
Finalmente, ya que el ácaro Varroa es considerado como una de las principales causas del declive de las poblaciones de abejas, a través de la Coalición se ha desarrollado una herramienta de manejo de la Varroa. Actualmente, más de 5,000 usuarios en 100 países han utilizado esta guía.
